Este miércoles, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) alcanza los 64 años de existencia, en el que probablemente sea uno de los momentos más complejos desde su fundación. Alejado del poder provincial por primera vez en décadas y sin una hoja de ruta clara para las próximas elecciones legislativas, el partido atraviesa un aniversario que deja más preguntas que celebraciones.

A pocas horas de que venza el plazo para presentar un reglamento electoral interno —requisito para competir en las elecciones del 26 de octubre—, la dirigencia partidaria permanece en silencio. La jueza federal con competencia electoral, Carolina Pandolfi, estableció que los partidos de distrito, como el MPN, deben garantizar transparencia y participación de las minorías en la selección de candidatos. Sin embargo, ni la Junta de Gobierno ni la Convención Partidaria han emitido señales claras de que eso vaya a ocurrir.

Entre el silencio y la expectativa

Mientras tanto, la militancia sigue expectante. En los grupos de WhatsApp circulan mensajes que combinan nostalgia, frustración y una cuota de esperanza. Pero lo cierto es que los principales referentes del partido —como Omar Gutiérrez, presidente del MPN, y Jorge Sapag, titular de la Convención— han optado por el silencio. Tampoco se ha manifestado públicamente Marita Villone, secretaria general, ni Enrique Campos, vicepresidente segundo.

La falta de definiciones ocurre en un contexto en el que el Frente Neuquinizate, liderado por el actual gobernador Rolando Figueroa, ha absorbido a figuras claves que alguna vez fueron parte del corazón del MPN: intendentes, legisladores y referentes territoriales que hoy juegan en otra cancha.

Una fecha que invita a la autocrítica

Uno de los pocos gestos institucionales en torno al aniversario provino del MAPO (Movimiento de Acción Política), una línea interna del MPN, que publicó un comunicado en tono reflexivo más que conmemorativo. El documento reconoce el rol histórico del partido en la construcción del Estado neuquino, pero también advierte sobre la urgencia de recuperar el vínculo con la ciudadanía y redefinir el rumbo.

“El MPN celebra en esta semana 64 años de vida, una fecha que encuentra al partido en un lugar distinto, fuera del poder provincial”, indica el texto. Y continúa: “Este aniversario se convierte en un momento de profunda reflexión para una fuerza política que marcó a fuego la identidad neuquina”.

El comunicado plantea además preguntas que, aunque surgen desde un sector, resuenan a nivel general: ¿qué factores explican la derrota electoral?, ¿cómo reconectar con las nuevas generaciones?, ¿qué significa hoy ser un partido provincial en tiempos de cambio?

A la espera de una decisión

El último antecedente electoral fue amargo: en las legislativas de 2023, el MPN no logró obtener ninguna banca y sumó apenas 36.649 votos. De no presentarse en estas elecciones, sería la primera vez desde el regreso de la democracia en 1983 que el partido queda fuera de un proceso electoral nacional, con el riesgo adicional de comprometer su personería jurídica si la situación se repite.

La historia del MPN está marcada por liderazgos fuertes y una doctrina que puso el eje en la autonomía provincial y el desarrollo local. Sin embargo, ese legado hoy parece suspendido en un tiempo de espera, sin liderazgos visibles y sin decisiones políticas concretas.

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