La crisis en el Hospital Garrahan no da tregua. Carolina Goedelman, jefa de clínica del área de Hematología y referente de la Asociación de Profesionales y Técnicos, denunció este jueves que el Gobierno nacional y las autoridades del hospital amenazaron con sanciones y despidos a los residentes si avanzaban con la medida de fuerza prevista para hoy. La presión surtió efecto y el paro fue levantado a última hora del miércoles.
“Primero llegó un aviso a los jefes de que iban a contratar médicos pediatras para reemplazar a estos residentes”, explicó Goedelman en declaraciones a Radio Splendid. “Después les llegaron telegramas diciendo que si no se levantaban las medidas de fuerza se iban a aplicar sanciones que podían incluir los despidos”, agregó.
La médica fue clara: “Que te digan que te van a echar es una amenaza”. Según contó, la advertencia fue también verbal: “Les dijeron que los telegramas ya estaban escritos”. Por eso, los residentes decidieron levantar la medida en medio de un clima de angustia y temor. “Estaban llorando en el Aula Magna. Fue tristísimo. Es gente con vocación y con una dedicación enorme. Siempre hubo conflictos, pero como ahora, nunca”.
La planta permanente del hospital, en cambio, mantiene el paro hasta este viernes. El reclamo central es una mejora salarial urgente. Sin embargo, durante la audiencia de conciliación obligatoria del miércoles, las autoridades del hospital “no ofrecieron absolutamente nada”, denunció Goedelman, quien además criticó que no hubo presencia del Ministerio de Salud: “Fue gente que no tenía capacidad de decisión sobre el presupuesto. Nos volvimos con las manos vacías”.
También desestimó el anuncio oficial sobre el pago de un bono como compensación. “Ese bono sale de recursos genuinos del hospital. No hubo ninguna ampliación presupuestaria. Y es no remunerativo: no cuenta para aguinaldo, ni para aportes, ni para la jubilación”, explicó.
Según detalló, los residentes recibirán 500 mil pesos por esa vía, y el resto del personal, 200 mil, como sucedió en meses anteriores.
Goedelman fue más allá y advirtió que la administración libertaria está tomando medidas erráticas: “Van y vienen. El miércoles a la mañana dijeron que iban a contratar 50 pediatras con sueldos más altos que los residentes, con contratos de dos años y pase a planta. Es un delirio. Son amenazas o propuestas que buscan amedrentar”.
La profesional también apuntó contra los dichos de la diputada de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine, quien había sugerido que los médicos debían haber elegido “una carrera más redituable”. “Es una mujer que está donde está solamente por portación de redes sociales. Así estamos. Esa gente sale de nuestra sociedad”, disparó.
La situación del Garrahan, uno de los hospitales pediátricos más prestigiosos de América Latina, refleja un escenario alarmante: personal esencial con salarios deteriorados, residentes amenazados con despidos y un sistema de salud pública cada vez más debilitado. Mientras tanto, los profesionales siguen sosteniendo la atención en condiciones precarias y con el apoyo cada vez más escaso del Estado nacional.
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