En Neuquén capital, el debate por la regulación del transporte urbano volvió a encenderse con la creciente presión por legalizar aplicaciones de transporte que, aunque hoy operan de forma informal, ganan terreno entre los usuarios. Lejos de rechazar por completo esta posibilidad, los taxistas locales plantean una posición más compleja: no están en contra de las apps, pero exigen que compitan bajo las mismas reglas que rigen para ellos.
La discusión se intensificó esta semana durante una reunión de la Comisión de Servicios Públicos del Concejo Deliberante, donde representantes del sector expusieron su postura frente a los proyectos que podrían habilitar el funcionamiento legal de estas plataformas. La principal preocupación no gira en torno a la modernización del servicio, sino a la falta de condiciones equitativas en el mercado del transporte.
Entre la competencia tecnológica y la desigualdad normativa
Uno de los voceros fue Alejandro Cavalotti, referente de la agrupación de bases y titular de Taxi Avenida, quien remarcó que los trabajadores del volante no se oponen a las innovaciones tecnológicas. De hecho, respaldaron el desarrollo de “Taxi Neuquén”, la aplicación oficial que busca modernizar el servicio de taxis mediante geolocalización, medidas de seguridad y trazabilidad de viajes.
“El problema no es la app en sí, sino que se debata su legalización sin que se nos consulte, mientras seguimos siendo los únicos que pagamos licencias, impuestos, seguros, controles técnicos y cumplimos exigencias como el botón antipánico y cámaras a bordo”, expresó Cavalotti.
Los taxistas exigen que, si las apps se legalizan, sus conductores deban cumplir las mismas normativas que rigen al servicio de taxis. Esto incluye la antigüedad máxima de los vehículos, tarifas reguladas, controles municipales y una base operativa dentro de la ciudad. “Sin esas condiciones, se trata simplemente de una competencia desleal”, resumieron.
Promesas incumplidas y temor por el sustento económico
Más allá del plano técnico, también hubo críticas al rol del Ejecutivo y del Concejo Deliberante. Los trabajadores aseguran que se sienten desprotegidos, tanto por la falta de controles como por lo que consideran un incumplimiento de compromisos asumidos por las autoridades.
“El intendente había prometido que en su gestión no se iba a avanzar con estas plataformas. Y el gobernador también habló de cuidar el trabajo de los neuquinos. Hoy, esa palabra está en duda”, advirtieron. Muchos choferes, recordaron, accedieron a créditos respaldados por el Estado provincial para renovar sus unidades. Si el volumen de trabajo disminuye por la competencia de servicios no regulados, temen no poder afrontar las cuotas.
Finalmente, el sector reiteró su pedido de que el Legislativo otorgue herramientas reales al Ejecutivo para hacer cumplir las ordenanzas existentes. Aunque destacaron que el diálogo con las autoridades se mantiene abierto, subrayaron que la situación requiere medidas concretas.
“Pedimos igualdad, no privilegios. Lo único que queremos es que todos compitamos con las mismas reglas”, concluyeron.
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