El intendente de Neuquén, Mariano Gaido, dejó en claro este martes que no vetará la ordenanza que legaliza el funcionamiento de las aplicaciones de transporte como Uber, Cabify, Didi y Taxi Go en la ciudad. “Desde que asumí no he vetado una sola ordenanza”, expresó con firmeza, respaldando la decisión que tomó el Concejo Deliberante la semana pasada, pese a la tensión que generó el tema en parte del sector taxista.
La nueva normativa, que fue aprobada en medio de insultos, piedrazos y hasta amenazas hacia concejales, establece un marco legal para que las plataformas digitales operen de forma regulada. Entre los requisitos figuran la inscripción de los choferes, el pago de impuestos y la correcta identificación de los vehículos. “Se va a implementar rápidamente, como todas las ordenanzas”, anticipó el jefe comunal.
Una modernización con resistencia
Durante una recorrida por calle Soldi y obras vinculadas a la Autovía Norte, Gaido destacó que la nueva reglamentación no solo busca ordenar el servicio de transporte urbano, sino también abrirle la puerta a los propios taxistas para que se sumen a las apps. “Es una modernización que permite que quienes ya tienen licencia de taxi puedan incorporarse a estas plataformas”, remarcó.
Pese al respaldo institucional, la aprobación de la ordenanza desató una reacción violenta en las afueras del Deliberante. Algunos grupos de taxistas impidieron que los concejales salieran por la puerta principal, los insultaron y les arrojaron piedras. La tensión no quedó ahí.
Amenazas, audios y denuncia penal
Uno de los hechos más graves se conoció después: la concejala Cintia Meriño (Fuerza Libertaria) denunció penalmente a Alejandro Cavallotti, dueño de Taxi Avenida, por amenazas. Según la legisladora, el referente del sector la convocó a una reunión informal antes de la votación, donde la intimidó. “Me dijo que no me meta, que piense en mis hijos y que iba a dedicar los próximos diez años a hacernos mierda”, reveló Meriño, quien aportó un audio y un testigo del encuentro.
La concejala aseguró que en la reunión Cavallotti alternaba entre el llanto, la risa y frases que aludían a conocer los domicilios de los concejales. “No está bien. Es alguien que me agarró la mano llorando, me dio un beso y me dijo que iba a prender fuego todo. Eso no es normal”, expresó en declaraciones a la prensa.
El contexto nacional y el desafío local
La legalización de estas plataformas no es un tema aislado. En distintas ciudades del país, los debates en torno a Uber y otras aplicaciones han polarizado a los sectores del transporte. Mientras algunos gobiernos municipales las prohíben o las restringen, otros —como el de Neuquén— apuestan por una regulación con criterios de inclusión, control y adaptación tecnológica.
Con su decisión, Gaido reafirma una línea de gestión que privilegia el respeto institucional. “He sido el único intendente que no vetó ordenanzas. Creo en el trabajo legislativo, aunque venga de sectores que no son los propios”, sostuvo.
La discusión recién empieza, y aunque la norma ya está aprobada, su implementación marcará el verdadero desafío: transformar el sistema de transporte sin dejar a nadie afuera y sin permitir que las diferencias se resuelvan con violencia.
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