La tensión entre ATE y el Ministerio de Desarrollo Social y Familia de Neuquén escaló un nuevo peldaño tras una reunión fallida que terminó en ruptura. El sindicato de estatales denunció que la subsecretaria Claudia Mesplatere intentó alterar un listado de trabajadores eventuales ya consensuado con los representantes gremiales, lo que motivó el inmediato retiro de los delegados y la decisión de extender las medidas de fuerza.
“Nos levantamos de la reunión porque quisieron cambiar lo que ya estaba acordado. No lo vamos a permitir”, sostuvo Miguel Pezzali, delegado de ATE, al señalar que la maniobra buscaba retrasar una solución para empleados que llevan hasta tres años en condición de eventuales. La respuesta fue clara: el gremio decidió que la protesta ya no se limitará a ese grupo, sino que incluirá al personal de planta permanente.
Según explicó Pezzali, el problema central está en la falta de estabilidad laboral de decenas de trabajadores eventuales del ministerio. El sindicato había elevado un listado con los nombres de quienes debían ser reconocidos, pero durante la reunión la subsecretaria habría intentado modificarlo, incorporando a otros y excluyendo a algunos ya incluidos.

Para ATE, este gesto significó un quiebre en la confianza. “La funcionaria pretende bicicletear el tema, sumando a otro gremio que no tiene nada que ver, cuando el conflicto lo tiene con nosotros”, afirmó el dirigente. Desde su perspectiva, la participación de otra organización sindical es vista como una maniobra dilatoria que posterga la regularización de la situación laboral de los eventuales.
El gremio sostiene que muchos de esos trabajadores cumplen funciones esenciales desde hace años y que no pueden seguir bajo la modalidad precaria. “La gente está cansada de esperar. No se trata de un capricho gremial, sino de derechos básicos que no se cumplen”, subrayó Pezzali.
Medidas de fuerza ampliadas
Frente a lo que consideran una falta de voluntad política para resolver el reclamo, los delegados de ATE resolvieron reforzar su plan de lucha. En asamblea se definió que la medida no quedará restringida a los contratados eventuales, sino que se sumará el personal de planta permanente en señal de solidaridad y de presión hacia las autoridades.
“La paciencia tiene un límite. Si siguen pateando el tema, las medidas se van a endurecer”, anticipó el delegado. El gremio no descartó cortes, retención de tareas y otras acciones gremiales que afecten el normal funcionamiento de áreas sensibles.
El trasfondo del conflicto refleja un problema estructural: la precarización laboral en el Estado provincial. Los trabajadores eventuales, en muchos casos, cumplen funciones durante años sin estabilidad, sin carrera administrativa y con incertidumbre respecto de su futuro. ATE reclama que esa situación se revierta de manera definitiva y denuncia que el intento de modificar el listado fue “la gota que colmó el vaso”.
Expectativa y repercusiones
La escalada gremial generó preocupación en el ministerio, ya que las medidas pueden impactar en la asistencia que brinda Desarrollo Social y Familia a sectores vulnerables. Sin embargo, desde ATE aseguran que el único responsable de la situación es el propio gobierno, al no dar respuestas claras ni respetar los acuerdos alcanzados.
El conflicto se da en un contexto provincial en el que las tensiones gremiales no son nuevas. La discusión por la estabilidad laboral es un reclamo recurrente en distintas áreas del Estado, y suele convertirse en un punto de fricción cada vez que se intenta ordenar los recursos humanos.
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