
La Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) dejó claro que el acuerdo paritario está lejos de cerrarse. Tras la última reunión con el Gobierno provincial, el sindicato ratificó el rechazo a la propuesta presentada y lanzó un ultimátum: si antes del 11 de diciembre no aparece una oferta superadora, se avanzará con la definición de no iniciar las clases en 2026.
La advertencia reaviva la preocupación social que cada fin de año acompaña las discusiones salariales docentes. Desde la conducción gremial aseguran que no buscan tensar el conflicto, pero sí defender un salario que sostenga el poder adquisitivo y garantice previsibilidad para todo el sector educativo.
El planteo oficial incluía una actualización de haberes según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante el primer semestre del año, con una instancia de revisión en julio. Además, proponía una suma extraordinaria de 350 mil pesos por cargo, de carácter no remunerativo, a pagarse en enero.
Sin embargo, ATEN afirmó que la iniciativa no responde a los puntos centrales definidos por las asambleas escolares. El sindicato considera que el esquema ofrecido no fortalece los salarios básicos ni acompaña las distintas funciones docentes dentro de las escuelas.
Uno de los argumentos más reiterados tiene que ver con la estructura salarial: el gremio sostiene que cualquier incremento debe impactar en los aportes al Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN), un aspecto que consideran clave para garantizar jubilaciones dignas a futuro.
“Lo propuesto no contempla nuestras demandas ni resuelve las necesidades de la docencia”, expresaron desde la conducción provincial mediante un comunicado difundido tras la reunión paritaria del 2 de diciembre.
En el mismo comunicado, ATEN remarcó que espera una respuesta oficial antes del 11 de diciembre. Sobre la posibilidad concreta de no comenzar el ciclo lectivo, aseguraron que la responsabilidad de evitar ese escenario recae directamente en el Gobierno neuquino.
Desde el gremio insisten en que sus reclamos “son justos, legítimos y posibles”, y que el pedido principal es un acuerdo que otorgue estabilidad salarial a las y los trabajadores de la educación en un contexto económico todavía incierto.
Aunque por ahora la postura parece firme, la dirigencia sindical dejó abierta la puerta al diálogo. No descartan nuevos encuentros durante los próximos días, siempre que exista voluntad política de mejorar la propuesta.
El conflicto salarial docente es un tema sensible en Neuquén. Los antecedentes de años anteriores muestran que los acuerdos suelen cerrarse bajo presión y sobre fechas límite.
Si no hay una oferta superadora, las bases podrían confirmar la medida de fuerza que ya asoma como el escenario más probable: el no inicio en 2026. En cambio, si el Gobierno realiza una nueva propuesta que atienda los planteos gremiales, podría destrabarse la negociación e iniciar el año escolar sin sobresaltos.




















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