
La tensión docente volvió a instalarse en el centro de Neuquén. ATEN realizó este jueves una nueva movilización y dejó un mensaje claro de cara al 2026: si no aparece una propuesta superadora en los próximos días, el inicio del ciclo lectivo podría complicarse. El reclamo salarial, que viene creciendo desde noviembre, se convirtió nuevamente en el eje central de la protesta, aun cuando la convocatoria también se apoyó en el rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional.
Marcelo Guagliardo, secretario general de ATEN hasta este sábado, fue el encargado de plantear la advertencia. Aseguró que aún hay margen para que el Ejecutivo revierta la última oferta —que contempla actualizaciones por IPC solo durante el primer semestre del próximo año y un bono de $350.000 para enero— y sostuvo que sin un compromiso para sostener el índice de inflación de manera anualizada, será difícil “cerrar el año con tranquilidad”. La idea de que febrero podría llegar con paro ya dejó de ser un comentario interno y pasó a ocupar el centro de la escena gremial.
Un reclamo que no afloja
La marcha comenzó pasado el mediodía en el monumento a San Martín y recorrió el centro neuquino hasta Casa de Gobierno. Aun con el fin del ciclo escolar a la vista, el gremio insiste en que la negociación debería retomarse antes del 19 de diciembre, cuando termina la asistencia a las aulas. “Si el Gobierno acepta aplicar IPC semestral, también puede sostenerlo durante todo el año. Eso es lo que está faltando”, expresó Guagliardo ante cientos de docentes que acompañaron el reclamo.
En el cierre de su extensa gestión, el dirigente repasó episodios de “tensión profunda” y valoró algunos avances alcanzados en la última década. Pero el foco volvió rápidamente al presente: los descuentos por el paro de la semana pasada generaron malestar en distintas escuelas, y aunque hubo correcciones, según señaló, todavía quedan casos sin resolver.
Desde ATEN Capital también se sumaron críticas. Su secretaria general, Angélica Lagunas, quien finaliza su mandato esta semana, afirmó que la propuesta provincial “desconoce el mandato de las asambleas del 1 de diciembre”, donde la moción más votada incluía un incremento del salario básico, derogación del presentismo y actualizaciones mensuales por IPC. “No son caprichos: son medidas para recomponer ingresos”, sostuvo.
Salud se planta y suma presión
La movilización no fue exclusiva de los docentes. También se sumaron los profesionales de la salud nucleados en Siprosapune, que realizaron un paro de 24 horas y mantendrán retención de tareas ambulatorias hasta el 12 de diciembre. El gremio denunció que el Gobierno sigue sin convocarlos a discutir una recomposición salarial, incluso cuando reconoce la falta de personal y los bajos ingresos del sector.
Según expusieron durante la marcha, las negociaciones salariales “a espaldas de los trabajadores” y los acuerdos informales “en negro” profundizan la crisis del sistema público. “Exigimos una mesa específica. No pueden seguir postergando al sector”, remarcaron.
Las columnas de distintos sindicatos —docentes, salud, Sejun y organizaciones territoriales— avanzaron por avenida Argentina, interrumpiendo el tránsito durante gran parte de la mañana y del mediodía. La postal volvió a repetirse: carteles, cánticos y un reclamo unificado por ser convocados a discutir las condiciones laborales del próximo año.
Un cierre de año que anticipa un verano en tensión
La señal quedó planteada frente a Casa de Gobierno: si no hay una convocatoria formal para reabrir la paritaria en los próximos días, la conflictividad podría escalar. Para ATEN, la oferta actual “no cierra” y el riesgo de iniciar el ciclo lectivo 2026 con medidas de fuerza aparece cada vez más concreto.
El clima interno del gremio también juega un papel. Con recambio de autoridades y una base movilizada, la expectativa es que el Gobierno provincial revise su propuesta para evitar que el conflicto pase de diciembre a febrero. Mientras tanto, los profesionales de la salud mantienen su propio plan de lucha y advierten que la situación en los hospitales es crítica.






















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