La Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) transita una semana decisiva para su futuro sindical. En un escenario de fuertes demandas educativas y negociaciones que se anticipan complejas para 2026, se concretará un recambio de conducción que coloca a dos mujeres al frente de los principales espacios del gremio docente: la seccional Capital y la conducción provincial. El proceso, que se desarrollará entre el 11 y el 13 de diciembre, está cargado de simbolismo y expectativa por el nuevo rumbo que podría tomar una de las organizaciones gremiales más influyentes de la provincia.
La primera transición se dará en ATEN Capital, con la salida de Angélica Lagunas, figura de referencia durante años, y la llegada de Valeria Benavídez, una profesora de Historia con estrecho vínculo con las escuelas públicas de la ciudad. Dos días más tarde, el 13 de diciembre, el cambio se replicará a nivel provincial, donde Fany Mansilla asumirá en reemplazo de Marcelo Guagliardo, quien durante su larga gestión marcó parte de la historia reciente del gremio, especialmente en materia de reivindicaciones salariales y condiciones de trabajo docente.
Dos mujeres en un gremio que se reconfigura
La asunción de Benavídez representa un cambio generacional y político dentro de la seccional más numerosa de ATEN. Referente de la lista Multicolor, combina su rol gremial con la gestión educativa como vicedirectora del CPEM Nº 12. Conocedora del pulso escolar y de las demandas de docentes y estudiantes, llega con una agenda vinculada a fortalecer la participación de base y sostener la presencia del gremio en cada institución.
En la conducción provincial, la figura de Fany Mansilla genera también expectativas particulares. Hermana del abogado y dirigente político Mariano Mansilla, su presencia combina experiencia militante y conocimiento de las dinámicas internas del gremio. Su desafío será gestionar una transición que mantenga la estructura construida en las últimas décadas, pero a la vez explore nuevas formas de representación en un contexto económico adverso y con una agenda docente cargada de urgencias.
Una etapa que se abre con desafíos inmediatos
ATEN no es un sindicato que se mueva en terreno neutral. Enfrenta año a año negociaciones salariales tensas, debates sobre infraestructura escolar, condiciones de enseñanza, y un escenario educativo que cambia al ritmo de las crisis económicas. Por eso, este recambio no se interpreta solo como un trámite administrativo, sino como una redefinición de prioridades ante un 2026 que se anticipa exigente.
Tanto en Capital como en la conducción provincial, la expectativa se centra en cómo se articularán las estrategias de lucha, qué postura se tomará en las discusiones con el gobierno y cómo se sostendrá el vínculo con las comunidades educativas. En este sentido, la renovación de liderazgos llega con la responsabilidad de dar continuidad a las conquistas logradas, pero también con la apertura a nuevas agendas gremiales, donde los debates pedagógicos y el acompañamiento a estudiantes y docentes adquieren centralidad.
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