En un nuevo capítulo del debate por la legalización de Uber en Neuquén, concejales firmarán este lunes el pase del expediente a la Secretaría de Hacienda municipal. Esta acción representa un paso determinante hacia la regularización de la plataforma de transporte en la ciudad, al habilitar el tratamiento del canon económico que deberá abonar la empresa para operar de forma legal.
El avance, aunque técnico en apariencia, consolida una tendencia que comenzó a perfilarse meses atrás: el Ejecutivo y varios sectores del Legislativo local parecen decididos a formalizar la actividad de Uber, a pesar de las críticas de sectores ligados al transporte tradicional.
La concejala Denisse Stillger, una de las impulsoras de la iniciativa, confirmó que este avance será el preámbulo de una votación decisiva en las próximas semanas. En ese marco, Hacienda tendrá a su cargo definir el monto del canon que Uber deberá tributar, aunque aún no hay cifras oficiales ni propuestas concretas sobre la mesa.
Polémicas y tensiones en torno a la movilidad urbana
Mientras tanto, el Concejo se prepara para otro debate con impacto directo en la movilidad urbana: este jueves se votará la derogación de la prohibición para estacionar en el Bajo neuquino, una medida que data de hace años y que muchos consideran obsoleta.
La iniciativa apunta a mejorar la circulación y aliviar la congestión vehicular en una de las zonas más transitadas de la capital provincial. Según trascendió, la propuesta cuenta con apoyo mayoritario, aunque no está exenta de controversias. Comerciantes de la zona se muestran divididos: algunos ven con buenos ojos la posibilidad de mayor accesibilidad, mientras otros temen un incremento en el caos vehicular.
Además, el Municipio está revisando el esquema general de reservas de estacionamiento en toda la ciudad, en lo que podría convertirse en una reconfiguración más amplia del uso del espacio público urbano.
Un nuevo modelo de ciudad en discusión
Ambas medidas —la legalización de Uber y la flexibilización del estacionamiento— están enmarcadas en una agenda más amplia que busca actualizar las normas de movilidad en la ciudad, adaptándolas a nuevas dinámicas sociales, tecnológicas y comerciales.
No obstante, algunos sectores advierten sobre la falta de debate público y la escasa participación ciudadana en decisiones que podrían modificar sustancialmente el día a día de miles de vecinos. El equilibrio entre innovación, recaudación y justicia social será clave para que estas transformaciones sean sostenibles.
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