La capital neuquina sigue sumando acciones para reforzar su perfil de ciudad que crece de cara al río y a la naturaleza. En las últimas horas, el municipio encabezó un operativo de limpieza y concientización en un sector de Alta Barda considerado un “tesoro ambiental”, por su valor natural y por ser punto de encuentro para cientos de vecinos que usan a diario su sendero principal. El área, que abarca unas dos hectáreas, venía sufriendo el impacto del abandono y la acumulación de escombros y residuos arrastrados por el viento.

El subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, Francisco Baggio, fue claro al describir la situación: “No podemos permitir ni tolerar que las bolsas plásticas se enreden en los alpatacos, en las jarillas y en la vegetación autóctona. Eso nos ofende como neuquinos”. El funcionario destacó que la intervención no fue improvisada, sino que surgió de la propia comisión vecinal que pidió ayuda para recuperar este espacio, protegido por ordenanza municipal.

La propuesta va más allá de retirar basura: también busca instalar una nueva mirada sobre la convivencia con el ambiente. “Queremos que la comunidad entienda que arrojar residuos en estos sectores no solo degrada el paisaje, sino que afecta directamente la flora y la fauna autóctona”, explicó Fernanda Gauna, directora de Educación Ambiental.

La funcionaria insistió en que estas acciones pretenden modificar conductas cotidianas, apelando al compromiso ciudadano como herramienta clave: “La única manera de sostener estos espacios en el tiempo es con participación. Queremos que este lugar vuelva a ser un punto de encuentro sano y protegido para toda la comunidad”.

Los equipos municipales trabajaron en la limpieza junto a vecinos y distintas áreas de la gestión, una estrategia que busca dar continuidad a las tareas de recuperación de espacios naturales que viene impulsando la capital en los últimos años.

La iniciativa en Alta Barda coincide con otras obras que fortalecen el vínculo de la ciudad con su entorno natural. Días atrás, el intendente Mariano Gaido inauguró un nuevo tramo del Paseo Costero sobre el Limay, incluyendo la pavimentación del acceso y un estacionamiento de gran capacidad en la Península Hiroki.

En ese acto, Gaido remarcó que estas obras marcan un rumbo: consolidar a Neuquén como un destino turístico de excelencia. “Mientras otras ciudades de la provincia son reconocidas por su potencial turístico, nosotros invertimos más de 33 kilómetros en paseos costeros. Hoy la ciudad se pone definitivamente de cara al río”, señaló el jefe comunal.

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