Cipolletti cumple 122 años y su realidad refleja un fenómeno que atraviesa gran parte del Alto Valle: un crecimiento acelerado, marcado por la reconversión económica, la llegada de nuevas familias y las demandas de infraestructura. El intendente Rodrigo Buteler lo define sin rodeos: “Cipolletti crece todos los días y si estás distraído, te lleva puesto”. La frase sintetiza el clima de transformación que vive la ciudad, y la necesidad de acompañar ese ritmo con políticas claras y planificación urbana.
Según el jefe comunal, el motor de este proceso está ligado, en gran parte, al impacto de Vaca Muerta. La atracción de inversiones, el desarrollo del Parque Industrial y la revalorización de las tierras sobre los corredores viales estratégicos posicionaron a Cipolletti como un punto clave para industrias y familias que buscan asentarse en la región. “Lo que no está ocupado ya tiene inversores listos. Adaptamos el frente de ruta para que pueda recibir más empresas y comercios. Eso abre oportunidades, pero también exige orden”, advirtió.

Orden y planificación a largo plazo
Buteler insiste en que el crecimiento debe ir acompañado de reglas claras: definir dónde estarán los nuevos loteos, qué zonas serán para la industria y cuáles deberán preservarse como áreas verdes o productivas. “Hay que pensar a Cipolletti en 30 o 35 años. Cuántos habitantes tendrá, cómo debe crecer. Algún día la producción primaria volverá a tener un rol preponderante, y esas tierras que cuidemos hoy serán un activo para los cipoleños”, señaló.
El intendente remarcó que uno de los primeros pasos de su gestión fue ordenar las cuentas municipales y trasladar esa lógica al espacio público: desde el retiro de autos abandonados hasta la intervención en puntos conflictivos de seguridad. “Son medidas que hacen a la convivencia y que la gente reclamaba”, explicó.
Obras y respuestas inmediatas
El proceso de ordenamiento, dice, debe estar acompañado por obras. Entre los proyectos en marcha se destacan 200 cuadras de asfalto financiadas con recursos propios y la concreción de trabajos de gas que, según Buteler, no se realizaban desde hacía varios años. Además, se planificaron rotondas para mejorar la circulación en la Circunvalación Illia y en calles troncales, con aportes conjuntos de Provincia y Municipio.
El intendente contrasta esta dinámica con lo que denomina “grandes proyectos románticos” de gestiones anteriores. “El cambio es buscar soluciones rápidas y concretas, sin perder de vista lo que implica el desarrollo que nos pasa por encima si no lo acompañamos”, aseguró.
Una ciudad que se elige para vivir
El Cipolletti de hoy está lejos del pueblo chacarero de 50 mil habitantes que recordaba la tranquilidad de otras épocas. Con más de 50 mil autos atravesando la ciudad cada día rumbo a Neuquén, la urbanización se volvió un desafío. Sin embargo, Buteler sostiene que el objetivo es mantener a Cipolletti como un lugar elegido para vivir, con identidad propia y capacidad de crecimiento.
“Ese es el gran desafío: acompañar un desarrollo vertiginoso sin perder lo que nos caracteriza”, concluyó el jefe comunal en una jornada de aniversario que invita tanto al balance como a la proyección.
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