La postal cotidiana del bajo neuquino está cambiando. En el marco de una política de prevención de accidentes y ordenamiento urbano, la Municipalidad de Neuquén inició un operativo para retirar carteles tipo bandera que sobresalen hacia la vía pública. A la fecha, ya se desmantelaron 25 estructuras, consideradas tanto un peligro como un incumplimiento a las normativas vigentes.
El operativo, impulsado por la Subsecretaría de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, apunta a retirar la cartelería antigua que invade el espacio aéreo sobre las veredas. Francisco Baggio, titular del área, explicó que esta clase de anuncios “está prohibida por ordenanza” y que, además, “representa un riesgo para peatones y vehículos que circulan por la zona”.
Carteles fuera de norma: advertencias y acciones
Según detallaron desde el municipio, más de 40 comercios fueron notificados por tener cartelería irregular. En 19 casos, los propios propietarios comenzaron el desmontaje. El resto —ubicados en locales abandonados o cerrados— están siendo retirados directamente por personal municipal, a través de Defensa Civil y Tránsito, con un equipo operativo de diez personas.
El proceso no es simple. Cada retiro implica coordinar cortes parciales de tránsito, utilizar grúas y equipos especiales y, posteriormente, notificar a los dueños para que se hagan cargo del costo del operativo. Baggio remarcó que esta acción se enmarca en una política más amplia que busca eliminar obstáculos peligrosos en la ciudad y mejorar el aspecto general de los espacios públicos.
Una ciudad más segura, etapa por etapa
El bajo neuquino es el punto de partida, pero no el único objetivo. Las autoridades municipales ya confirmaron que la iniciativa se desarrollará en etapas, trasladándose en los próximos meses a la zona del alto y otras áreas donde se haya detectado cartelería que incumple las normativas.
El operativo no sólo responde a cuestiones estéticas, sino que está directamente vinculado con la seguridad urbana. Carteles mal fijados o corroídos por el paso del tiempo pueden desprenderse con el viento o las inclemencias climáticas, generando accidentes evitables. En este contexto, el retiro de estas estructuras se convierte en una medida concreta para anticiparse a posibles incidentes.
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