La reciente tala de más de 20 álamos en la calle Julio Dante Salto, un corredor verde tradicional de Cipolletti, no fue una acción aislada: forma parte de una intervención vial integral que el municipio proyecta para 2026 con un presupuesto oficial cercano a los 887 millones de pesos. La obra, con licitación prevista para febrero, apunta a transformar ese sector en un enlace más seguro y funcional entre las rutas Nacional 22 y Provincial 65, explicó el secretario de Obras Públicas local.
Más allá del impacto visual que generó el corte de los álamos, autoridades municipales y técnicos detallaron que la intervención responde tanto a criterios de seguridad eléctrica y vial como al objetivo de mejorar la infraestructura urbana en un tramo que concentra tránsito intenso de vehículos particulares, transporte de cargas y ciclistas. La planificación incluye repavimentación, construcción de una bicisenda y trabajos de drenaje para adecuar la circulación a las necesidades actuales y futuras.
La escena captada por vecinos y automovilistas muestra la desaparición de árboles que durante años dieron identidad y sombra al tramo vial conocido como Julio Dante Salto. El municipio confirmó que, a partir de evaluaciones sobre el riesgo que representaban los álamos para las líneas energéticas que cruzan la zona, procedió a su tala preventiva.
Para muchos habitantes, la eliminación de ese corredor arbóreo fue sorprendente. Sin embargo, fuentes oficiales sostienen que esta etapa —que incluye la remoción de vegetación— abre paso a un esquema de movilidad más amplio, que busca compatibilizar el crecimiento urbano con estándares de seguridad y fluidez vehicular. El planteo técnico apunta a equilibrar estos dos objetivos sin perder de vista la conectividad estratégica de ese sector cipoleño.
Detalles de la obra proyectada
Según el proyecto oficial, la obra en Julio Dante Salto contempla una intervención completa a lo largo de 1.470 metros que incluye:
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Repavimentación total de la calzada con nueva base granular y carpeta asfáltica.
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Bicisenda separada mediante delimitadores de hormigón, con trazado a lo largo de todo el tramo.
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Señalización integral, tanto horizontal como vertical, para ordenar el tránsito de vehículos y ciclistas.
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Mejoras en drenaje pluvial, para contrarrestar anegamientos y conservar la durabilidad de los trabajos.
El proyecto también prevé la corrección de pendientes y la recuperación de banquinas para ofrecer mayor seguridad a quienes transitan por la zona, tanto de día como de noche. Estas acciones forman parte de un plan más amplio de mejoramiento de accesos y movilidad dentro de la ciudad.
Conectividad y expectativas urbanas
Julio Dante Salto es más que una calle: es un nexo entre barrios, rutas y áreas de desarrollo urbano en constante crecimiento. El tránsito de vehículos que se dirige hacia rutas troncales, así como quienes se desplazan hacia zonas residenciales o comerciales, utiliza esa traza como vínculo principal. Por eso, el proyecto que reorganiza su estructura vial es visto como un paso clave para ordenar la circulación y responder a la demanda de mayor seguridad y rapidez en los desplazamientos.
La intervención proyectada se inscribe en un contexto de transformaciones urbanísticas que se replican en distintos accesos de la ciudad. En los últimos meses, el municipio ha avanzado en repavimentaciones, mejoras en infraestructura vial y nuevos diseños para potenciar la conectividad interna con rutas provinciales y nacionales, reforzando la idea de Cipolletti como centro de tránsito estratégico en la región.
Plazos y proyecciones
La apertura de licitación está prevista para el 12 de febrero de 2026 y la ejecución de los trabajos podría extenderse por alrededor de cuatro meses, según estimaciones técnicas. La planificación municipal indica que este tramo no es un proyecto aislado, sino parte de un esquema coordinado que incluye mejoras en otras arterias clave de la ciudad.
Desde la Secretaría de Obras Públicas se enfatiza que la intención es ofrecer un resultado que contemple las distintas formas de movilidad —vehicular, peatonal y ciclista— y que siente bases para futuros desarrollos urbanos, potenciando así un crecimiento ordenado y adaptado a las necesidades de los ciudadanos.
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