El Municipio de Cipolletti abrirá nuevamente el martillo para subastar terrenos públicos en desuso. Será este jueves 5 de junio, desde las 9 de la mañana, en el Centro Cultural Roberto Abel, ubicado en Toschi y Tres Arroyos. La convocatoria forma parte de un programa que busca reutilizar tierras fiscales ociosas, evitar su degradación y, al mismo tiempo, generar recursos para obras públicas en la ciudad.
Esta será la segunda subasta del año, organizada en conjunto entre la Municipalidad y el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos. La participación está abierta a cualquier interesado, sin requisitos previos más allá de la presentación del DNI.
Según explicó Sebastián Caldiero, director general de Legal y Técnica del municipio, en esta edición se volverán a ofrecer los terrenos que no se lograron vender durante la primera subasta de 2024. Para mejorar su atractivo, algunos de ellos fueron subdivididos en lotes más pequeños.
“El proceso es simple: los interesados se presentan el mismo día con su documento, se les asigna un número, y pueden participar. La puja comienza desde un valor base que equivale al 70% de la tasación oficial”.
El comprador que ofrezca el mejor precio deberá abonar el 30% del valor ese mismo día, y contará con un plazo de dos meses para cancelar el resto.
¿Dónde están los terrenos y cuánto cuestan?
En total se ofrecerán 14 lotes, distribuidos en distintos sectores de la ciudad. Algunos están en zonas residenciales como Los Manzanos, San Martín o Gabriela Mistral; otros en zonas más alejadas, como el terreno de más de 3.500 metros cuadrados ubicado sobre calle Rural 225.
Los valores varían ampliamente. Van desde los 44,8 millones de pesos por un lote de 390 m² en San Martín y Río Neuquén, hasta los 237 millones por el predio más grande, en la zona rural.
Los detalles específicos, como ubicación exacta, dimensiones y valores estimativos de cada lote, se encuentran en la web oficial del Municipio (www.cipolletti.gob.ar), junto con la resolución municipal que regula la subasta.
Una estrategia urbana que busca evitar el abandono
Más allá de la recaudación, desde el Municipio aseguran que la intención principal es evitar que estos terrenos se conviertan en focos de inseguridad o basurales. La estrategia apunta a reinsertar estos espacios dentro del tejido urbano mediante nuevas construcciones, ampliando así los servicios en distintos sectores.
Cada lote vendido representa una doble ganancia: por un lado, para el vecino que invierte; por otro, para la ciudad, que recibe fondos para nuevas obras y equipamiento urbano.
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