El Movimiento Popular Neuquino atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia, con fracturas internas y referentes que marcan distancia del rumbo que ha tomado el partido. Entre esas voces aparece la de Lucila Crexell, senadora nacional por la provincia, quien lanzó una definición contundente: “El MPN terminó siendo una moneda de cambio para algunos”.
En diálogo con una radio local, Crexell habló sin rodeos sobre su alejamiento de los armados partidarios y el desgaste que, según ella, viene acumulando el partido que durante décadas dominó la escena política de Neuquén. Su mandato en el Senado finaliza el próximo 10 de diciembre y, por el momento, no hay anuncios concretos sobre su futuro político.
Distancia con el partido y crítica a la conducción
Crexell explicó que su vínculo con el MPN se fue debilitando tras aceptar la convocatoria de Miguel Ángel Pichetto para sumarse a Juntos por el Cambio. Desde entonces, aseguró, tomó distancia de los espacios partidarios provinciales, priorizando su rol institucional.
“Como senadora siempre evité la política partidaria porque consideré que debía prevalecer un comportamiento institucional y de representación”, afirmó. Pero también fue crítica: señaló la falta de escucha dentro del partido y cuestionó el rumbo que ha tomado la actual conducción. Según su visión, el MPN se desdibujó con el tiempo y perdió parte de su identidad.
Uno de los puntos más duros de su diagnóstico fue el cuestionamiento al presidente actual del partido, de quien dijo que ocupa un cargo designado por el gobernador Rolando Figueroa, con quien mantiene una alianza. “¿Qué pasa con un partido histórico, con un montón de valores y activos, que terminó siendo una moneda de cambio?”, se preguntó.
Un partido en transición, con desafíos internos
A pesar de sus críticas, Crexell no descartó que aún existan sectores dentro del MPN que intentan adaptarse a una nueva etapa política en la provincia. Sin embargo, remarcó que la transformación debe partir de un cambio real en la conducción partidaria y una revisión profunda de su rol en la escena actual.
En cuanto a posibles figuras con proyección, la senadora mencionó al intendente Mariano Gaido como uno de los pocos dirigentes con peso político y territorial. También advirtió sobre las divisiones internas que, según dijo, afectan la estructura del MPN en el interior neuquino.
“Hoy hay un montón de desafíos. Lo que antes funcionaba, ahora ya no alcanza”, concluyó Crexell, en una declaración que deja en evidencia el clima de debate y reconfiguración que atraviesa al partido provincial.
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