En un contexto de emergencia y colaboración internacional, la provincia de Neuquén ha recibido un importante apoyo de Chile para combatir los incendios forestales que afectan a la zona cordillerana. Este jueves arribó un helicóptero de última tecnología, enviado por el gobierno chileno, para reforzar los esfuerzos de extinción en el incendio del Valle Magdalena, cerca de Junín de los Andes.
El Airbus Helicopters AS332 C1 / H215, equipado con un sistema Bambi Bucket que permite cargar hasta 3.500 litros de agua, es una de las aeronaves más avanzadas en la lucha contra el fuego. Con una autonomía de vuelo de dos horas, esta aeronave se suma a las 17 aeronaves que ya están trabajando en la zona. El helicóptero, que posee una capacidad de carga cinco veces superior al de otras aeronaves como el H125, se une a las labores de control y extinción del incendio, reforzando los esfuerzos de las brigadas que han estado combatiendo el fuego desde su inicio.
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, expresó su agradecimiento a Chile por la colaboración y destacó la importancia de trabajar juntos para enfrentar este enemigo común. "Tenemos un enemigo común que afecta a ambos lados de la cordillera, por eso agradezco al gobierno de Chile y a la Corporación Nacional Forestal (CONAF) por su valioso aporte", comentó Figueroa. Además, resaltó la labor del gobierno argentino y de los equipos de trabajo en conjunto que permitieron reducir tiempos y agilizar las gestiones para disponer de esta nueva herramienta en la lucha contra el fuego.
Un foco de preocupación: la salud de los brigadistas
Mientras el incendio sigue siendo combatido por equipos de brigadistas y aeronaves, han surgido nuevos problemas en el frente: varios brigadistas han comenzado a mostrar síntomas de vómitos, diarrea y fiebre. Inicialmente se sospechó de una intoxicación alimentaria, pero las autoridades sanitarias locales han descartado esta hipótesis. Clara González, directora provincial de Emergencias Sanitarias, explicó que los síntomas no están relacionados con la comida, sino que son consecuencia de las difíciles condiciones en las que los brigadistas se encuentran trabajando.
La falta de acceso a condiciones mínimas de higiene, como el lavado de manos, es un factor clave. González comentó que los brigadistas, que operan en un entorno donde el agua potable es limitada y el acceso a servicios médicos es escaso, no pueden cumplir con las normativas de higiene básicas. Este malestar podría estar relacionado con el esfuerzo físico y el calor extremo a que están expuestos. A pesar de que algunos brigadistas han sido hidratados y tratados con medicamentos para aliviar los síntomas, las autoridades continúan monitoreando la situación. De persistir nuevos casos, se realizarán análisis más profundos para determinar la causa exacta.
El desafío sigue siendo enorme
A pesar de las dificultades y las emergencias adicionales, las autoridades siguen trabajando intensamente para controlar el incendio. El ministro de Seguridad de Neuquén, Matías Nicolini, subrayó que, aunque la situación es compleja y sin precedentes, las expectativas son altas respecto al control del fuego, gracias a la colaboración entre provincias y países. “Ya son 17 las aeronaves que están combatiendo este incendio, y estamos esperanzados en que pronto logremos controlarlo”, destacó Nicolini.
El trabajo en conjunto entre las autoridades argentinas y chilenas es crucial en este tipo de situaciones, en las que las fronteras no pueden ser un obstáculo cuando se trata de proteger la naturaleza y la vida humana. A medida que avanza la operación de extinción, los equipos continúan desplegando recursos y ajustando estrategias para hacer frente a uno de los incendios más desafiantes que ha afectado la región en los últimos años.
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