
Mientras Neuquén alcanza niveles récord en producción de petróleo y gas, un debate clave surge sobre el destino de los ingresos que genera esta bonanza. El diputado provincial de Unión por la Patria, Darío Martínez, cuestionó que, a pesar del aumento de las regalías, la inversión en obras de infraestructura no refleja el crecimiento de la producción y señaló que los recursos adicionales deberían tener un destino específico.
Según los datos oficiales, el presupuesto para obra pública pasó de 1.042 millones de pesos el año pasado a 1.166 millones en 2026, lo que representa un aumento del 12%. Sin embargo, con una inflación del 31%, el poder de compra real de esos fondos disminuye, afectando proyectos de viviendas, escuelas, hospitales y otras obras estratégicas. Martínez advirtió que “cada vez más recursos se destinan a gastos corrientes y cada vez menos a infraestructura”, y criticó la caída relativa de la inversión pública: del 17,75% al 15,4% del presupuesto total.
El legislador explicó que la “renta extraordinaria” corresponde a los ingresos adicionales que recibe la provincia cuando la producción de hidrocarburos supera el promedio de los últimos años. Este excedente no es permanente, pero según Martínez debería impactar directamente en la infraestructura y el desarrollo a largo plazo. Para ello, presentó un proyecto de ley que propone que todo lo que supere ese promedio vaya a un fondo exclusivo para obras, mientras que los recursos dentro del promedio se sigan usando como hasta ahora. La idea es garantizar que el crecimiento de la producción se refleje en más rutas, escuelas, hospitales, obras de energía, agua y proyectos estratégicos capaces de transformar la provincia en las próximas décadas.
Además, Martínez señaló que actualmente el gobierno provincial utiliza recursos de YPF y créditos internacionales para financiar infraestructura, pero su proyecto busca que los ingresos extraordinarios sean un aporte fijo y automático, asegurando que no se diluyan en gastos corrientes o salarios. “Ni salarios, ni gastos diarios del Estado. Solo infraestructura pesada y de largo plazo”, enfatizó. La propuesta también busca frenar la tendencia descendente en la proporción del presupuesto destinada a obras, que en un año cayó 2,35 puntos.
Otro eje de la iniciativa es establecer un precio de referencia propio para el cálculo de regalías de gas y petróleo. Según Martínez, esto permitiría que las empresas no liquiden las regalías con valores demasiado bajos y que Neuquén cobre lo que realmente le corresponde por la producción local. “El Estado neuquino puede fijar un precio de referencia y garantizar los ingresos de los neuquinos”, sostuvo.
Con este proyecto se buscará que el debate sobre el destino de la renta petrolera se instale en la agenda pública. La propuesta aún deberá ser debatida en la Legislatura, pero marca un giro en la discusión sobre cómo Neuquén puede utilizar su bonanza energética para consolidar desarrollo y proyectos estratégicos de largo plazo.




















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