
La docencia universitaria de todo el país inició este lunes un paro nacional que se extenderá hasta el sábado 6 de diciembre, afectando la actividad académica en todas las universidades nacionales. La medida fue convocada por la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Comahue (ADUNC) y otras federaciones docentes, en un contexto de reclamos que incluyen recomposición salarial, convocatoria a paritarias y la implementación de la Ley de Financiamiento Universitario.
Según los sindicatos, el Gobierno mantiene una deuda del 40,25% correspondiente a la actualización salarial acumulada hasta julio. Denuncian que los aumentos otorgados de manera unilateral “profundizan la pérdida del poder adquisitivo” y que la ausencia de paritaria vigente impide negociar ajustes acordes a la inflación.
Entre los puntos centrales del conflicto se encuentra la suspensión de la Ley de Financiamiento Universitario, que había sido aprobada por el Congreso y cuya implementación consideran clave para garantizar el funcionamiento regular de las instituciones y la estabilidad salarial de los trabajadores. Los docentes sostienen que su aplicación es indispensable para asegurar recursos y planificar políticas académicas a largo plazo.
Además, los sindicatos expresaron su preocupación por los proyectos de reforma laboral, previsional y tributaria, así como por el presupuesto nacional 2026. Según los gremios, estas medidas agravan los ajustes sobre el sistema universitario y condicionan la inversión pública, especialmente en un contexto de deuda con organismos internacionales como el FMI.
En un comunicado, ADUNC enfatizó que “el Gobierno elige el camino del ajuste y la ilegalidad, y la docencia el de la lucha”, justificando así la convocatoria al paro nacional de seis días. La medida de fuerza busca visibilizar la situación de los docentes y presionar para que se concrete una negociación formal con el Ejecutivo.
Entre las demandas más urgentes destacan:
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Recomposición salarial inmediata para equiparar los sueldos a la inflación acumulada.
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Convocatoria urgente a la paritaria nacional universitaria.
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Implementación efectiva de la Ley de Financiamiento Universitario.
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Rechazo a las reformas laboral y previsional previstas para los próximos meses.
Los gremios no descartan nuevas medidas de fuerza si no reciben respuestas satisfactorias por parte del Gobierno, y advierten que la continuidad de la protesta dependerá del avance de las negociaciones. Mientras tanto, los estudiantes y el personal de las universidades deberán adaptarse a un calendario académico afectado por la suspensión de actividades.
El paro nacional de docentes universitarios se suma a otros conflictos del sector público y refleja la tensión en torno a los salarios, la inversión educativa y las políticas de financiamiento de las universidades en un contexto económico complejo. La expectativa de la comunidad educativa está puesta en las próximas semanas, cuando se espera algún pronunciamiento oficial que pueda modificar el escenario de la protesta.




















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