Cipolletti atraviesa un momento decisivo en materia de movilidad urbana. El intendente Rodrigo Buteler anunció que el municipio está trabajando “a contrarreloj” para concretar un nuevo sistema de transporte público antes de fin de año. El objetivo no es menor: ofrecer un servicio que esté a la altura de una ciudad en crecimiento y que durante años ha tenido reclamos por frecuencias irregulares, unidades deterioradas y una cobertura deficiente.
Aunque el calendario ya marca la mitad del año, desde el Ejecutivo aseguran que el plan avanza y que la intención es tener, al menos, definida la empresa o el grupo de empresas que operarán los colectivos antes de que termine 2025. La idea es contar con una flota moderna, con frecuencias actualizadas, y ampliar el alcance del servicio a los barrios que hoy están fuera del radar.
Qué se sabe del nuevo modelo
El proyecto contempla una licitación pública en la que se establecerán criterios claros para la adjudicación del servicio. Entre ellos, se destaca la incorporación de unidades nuevas, la implementación de tecnologías para seguimiento en tiempo real y la exigencia de recorridos que respondan a las necesidades actuales de los vecinos.
Según explicó Buteler, ya hay empresas interesadas y se están afinando los pliegos para poder lanzar la convocatoria oficial. Si bien aún no hay fechas concretas, se espera que el proceso administrativo se ponga en marcha en las próximas semanas.
La intención es que el sistema esté listo para funcionar durante el segundo semestre del año, aunque todavía no se precisó si será de forma escalonada o en un solo lanzamiento. Lo que sí está claro es que el municipio busca dejar atrás una etapa marcada por la improvisación y los parches temporales.
Una deuda pendiente con la ciudad
El transporte público ha sido una asignatura pendiente para distintas gestiones municipales. La salida del anterior prestador dejó al descubierto la fragilidad del sistema y generó un vacío que, en algunos sectores, aún persiste. Desde entonces, la movilidad urbana se convirtió en uno de los reclamos más frecuentes por parte de los vecinos, especialmente en los barrios alejados del centro.
Buteler asumió el compromiso de resolver este tema durante su gestión, y el avance del proyecto parece ir en esa dirección. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer. La implementación de un nuevo sistema no solo requiere decisiones administrativas, sino también diálogo con los sectores afectados, desde choferes hasta usuarios, pasando por organizaciones vecinales y técnicas de planificación urbana.
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