Por Silvana Reñones (*)
Cada año impar, Argentina se enfrenta a un intenso debate sobre la continuidad o supresión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En 2023, este debate adquiere una relevancia particular en un contexto de crisis económica, descontento social y polarización política, donde las PASO ponen de manifiesto tanto la fragmentación del sistema político como la falta de competencia efectiva.
Origen de las PASO
Las PASO fueron introducidas en 2011 tras una significativa derrota legislativa del kirchnerismo en 2009 ante una coalición de peronistas disidentes liderada por Francisco De Narváez.
Con el objetivo de “profundizar la democracia” y reducir la proliferación de candidaturas testimoniales, el oficialismo envió la propuesta al Congreso.
Así, se sancionó la Ley 26.571 de “Democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral”, estableciendo un sistema primario que permite a todos los ciudadanos participar en la selección de candidatos a cargos públicos electivos nacionales.
Funcionamiento de las PASO
Las primarias se celebran el segundo domingo de agosto en años electorales y son obligatorias tanto para los partidos como para los ciudadanos. Cada agrupación política debe alcanzar un umbral del 1.5% de los votos válidos para poder competir en las elecciones generales.
Este mecanismo busca reducir la fragmentación del sistema de partidos y fomentar alianzas entre aquellos con riesgo de no alcanzar el umbral, lo que ha llevado a un efecto mecánico donde propuestas minoritarias quedan fuera, y a un efecto psicológico que incentiva a los partidos pequeños a conformar alianzas.
Análisis de ventajas y desventajas
Desde su implementación, las PASO han estado bajo el constante escrutinio de analistas y políticos. Un informe del CIPPEC ha subrayado tanto sus ventajas como desventajas en el contexto político argentino:
Ventajas. Fortalecimiento de los partidos políticos: las PASO buscan fortalecer a los partidos al obligar a que sus candidatos compitan internamente, lo que puede ayudar a consolidar liderazgos y estructuras internas.
En las PASO de 2023, hubo 27 fórmulas presidenciales de 15 alianzas y partidos políticos, lo que representa la mayor oferta en la historia de la democracia del país.
Democratización de las candidaturas: Permiten que cualquier ciudadano, sin necesidad de estar afiliado a un partido, pueda votar en las primarias, lo que democratiza el proceso de selección de candidatos.
Los partidos que más han utilizado las PASO en Argentina son aquellos con una estructura más consolidada y una mayor presencia en el ámbito político, como el Partido Justicialista, la Unión Cívica Radical, el Frente de Todos, Junto por el Cambio y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
Transparencia y equidad electoral: las PASO promueven la transparencia al definir claramente quiénes serán los candidatos en las elecciones generales, y buscan una representación más equitativa al permitir que más voces sean escuchadas.
Reducción de la fragmentación política: al reducir el número de candidatos en las elecciones generales, las PASO buscan evitar la fragmentación del voto y facilitar la formación de alianzas más fuertes.
Es importante destacar que dos de las fuerzas políticas más relevantes de la actualidad son hijas de las PASO: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que concluyó las elecciones primarias de 2021 como la tercera fuerza de orden nacional y que persiste como coalición desde su nacimiento en 2011, y Cambiemos, la alianza que llevó a Mauricio Macri al poder en 2015.
Ambas coaliciones nacieron al calor de las primarias obligatorias: los partidos de izquierda se unieron para lograr superar el umbral del 1,5% de los votos y el PRO, la UCR y la Coalición Cívica encontraron en las PASO una alternativa para resolver la candidatura a Presidente de la fuerza política opositora al candidato del peronismo, Daniel Scioli.
Incentivo a la participación ciudadana: al ser un proceso obligatorio, las PASO fomentan la participación de los ciudadanos en la vida política y electoral del país.
Desventajas. Debilidad del sistema de partidos: Las PASO no han logrado reforzar la estructura del sistema político en Argentina. Un alarmante 85% de las agrupaciones que compitieron entre 2011 y 2019 lo hicieron solo una vez, y un 60% se disolvió, lo que resalta la fragilidad de las agrupaciones políticas.
Alto costo económico: Las críticas sobre el costo de las PASO se han intensificado, con un gasto superior a 30.000 millones de pesos en 2023, lo que muchos consideran un uso ineficiente de los recursos del Estado, especialmente en tiempos de crisis.
Vacío de poder y fatiga cívica: Las PASO, al funcionar como una especie de primera vuelta, pueden provocar una parálisis política. En 2019, la falta de consenso tras las primarias resultó en una incapacidad de gobernar durante varios meses. Además, la obligatoriedad de participar en elecciones sin concurso real puede llevar a la fatiga cívica entre los votantes.
Por otro lado, se sostiene que las PASO actúan como una gran encuesta nacional porque proporcionan una visión temprana y detallada de las preferencias electorales de la población, permitiendo a los partidos y candidatos ajustar sus estrategias en consecuencia;
Estos factores pueden hacer que actúen como un indicador temprano de los resultados de las elecciones generales, ejemplo de ello son las elecciones presidenciales de 2019 o las elecciones legislativas del año 2017 en la Provincia del Neuquén, cuando en un hito histórico, Cambiemos logró derrotar al Movimiento Popular Neuquino (MPN).
La participación y las opiniones de los votantes.
La participación de los electores en las PASO ha variado a lo largo de los años. En las PASO de 2023, la participación fue del 69% del padrón, lo que representó un récord histórico de ausentismo. Este porcentaje fue notablemente más bajo en comparación con elecciones anteriores, como las de 2011, 2015 y 2019, donde la participación superó el 70%.
En general, la participación en las PASO tiende a ser menor que en las elecciones generales. Por ejemplo, en las elecciones generales de 2023, la participación fue del 77,65%, un aumento significativo respecto a las PASO.
En cuanto a la opinión de los votantes, son variadas y reflejan una amplia gama de perspectivas. Algunos votantes valoran las PASO por su capacidad para democratizar la selección de candidatos y fortalecer la transparencia en el proceso electoral. Otros, sin embargo, critican el alto costo y la complejidad del sistema, argumentando que no siempre cumple con sus objetivos de reducir la fragmentación política.
El futuro de las PASO
Las PASO representan un esfuerzo permanente por democratizar la política argentina, aunque su efectividad sigue siendo un tema de debate. Para que estas primarias realmente cumplan con su propósito de enriquecer la democracia, será crucial encontrar un equilibrio entre costos, participación y competencia. La capacidad de mejorar el sistema electoral será fundamental para el futuro político del país.
El debate sobre las PASO debe ir más allá de la división entre defensores y detractores. Es esencial que legisladores y analistas reflexionen sobre qué elementos del régimen actual son útiles y cuáles deben ser modificados para preservar los avances alcanzados y abordar las deficiencias evidenciadas.
(*) Abogada neuquina y especialista en Derecho Electoral.
Comentarios