El diputado nacional Martín Aveiro (FdT) reflotó en la Cámara Baja una iniciativa que propone reintegros del 50% del IVA para consumos de la canasta básica alimentaria realizados con tarjeta de débito por jubilados con haberes mínimos, beneficiarios de AUH, pensiones no contributivas y trabajadores de bajos ingresos. La medida, de aprobarse, alcanzaría a más de 11 millones de personas y tendría un impacto inmediato en el consumo popular.
Según Aveiro, el objetivo es “devolver capacidad de compra a los sectores más vulnerables, corregir la regresividad del IVA y dinamizar la economía desde abajo hacia arriba”. El régimen plantea un tope mensual equivalente a un tercio del salario mínimo vital y móvil y busca, además, incentivar la formalización de las operaciones, al concentrar los reintegros en compras con tarjeta de débito.

En paralelo, el gobierno de Javier Milei dispuso la eliminación temporal de las retenciones a los granos hasta el 31 de octubre, medida que apunta a acelerar la liquidación de divisas y reforzar las reservas del Banco Central. Según la Casa Rosada, la resolución busca “dar previsibilidad al mercado cambiario” en plena crisis financiera.
Aveiro fue contundente al marcar el contraste: “Pedíamos sacar impuestos a la leche, al pan y a los alimentos esenciales de las familias. La respuesta fue sacarle impuestos a los más ricos. Esa es la paradoja que desnuda hacia dónde está mirando este Gobierno”.
El legislador mendocino, acompañado por un amplio arco de diputados —entre ellos Adolfo Bermejo, Andrea Freites, Liliana Paponet, Ana María Ianni, Sabrina Selva, Carolina Yutrovic e incluso Julio Cobos—, advirtió que mientras su propuesta alivia a los hogares más golpeados, la política libertaria traslada riqueza de “la mesa de los argentinos a los bolsillos de los exportadores”.
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