Una nueva encuesta de la consultora Zuban Córdoba confirma lo que muchos ya perciben en la calle: bajó la inflación, pero la plata no alcanza.
Según el relevamiento realizado el 16 y 17 de julio sobre 1400 casos, el 63% de los argentinos siente que cada vez le cuesta más llegar a fin de mes y el 54% afirma que no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
“El bolsillo es el nuevo termómetro del descontento”, sintetiza el informe, que llega en un momento clave, a pocas semanas de las elecciones legislativas bonaerenses de septiembre y las nacionales de octubre.
Desaprobación y pesimismo
El estudio arroja que el 57% desaprueba la gestión del gobierno de Javier Milei, mientras que el 64,8% cree que sus políticas profundizan la desigualdad social. Además, un 58,3% considera probable que el malestar económico derive en protestas o cacerolazos, lo que revela un clima social tenso.
Ante la pregunta sobre cómo califican su situación económica personal en los últimos seis meses, el 47% respondió que está peor y el 15% igual de mal, lo que deja un contundente 62% con percepción negativa. En contraste, sólo un 16% siente que mejoró, y un 19% dijo estar igual de bien.
Inflación, sueldos y ajuste: los números detrás del hartazgo
Uno de los datos más impactantes es que el 89% de los encuestados está de acuerdo con que "no es suficiente con que baje la inflación, necesitamos mejores sueldos". La frase “Javier Milei y el Toto Caputo tienen todo bajo control” fue rechazada por el 57% y un 55% coincidió en que “en las últimas semanas sentí que no hay plan económico”.
Otro dato que prende las alarmas: más del 50% de las personas tiene miedo de perder su trabajo o sus ingresos por las políticas del Gobierno, y solo el 14,7% logra ahorrar algo a fin de mes. El resto “gasta todo o se endeuda”, señala el informe.
¿Se agotó el crédito simbólico del ajuste?
La consultora afirma que el relato del "ajuste virtuoso" empieza a mostrar señales de desgaste. La inflación en baja ya no alcanza como única bandera para sostener el respaldo social, especialmente si no viene acompañada por mejoras en los ingresos.
“Los últimos meses demuestran que no es suficiente. Los argentinos empiezan a mostrar preocupación por sus ingresos y la lentitud de la recuperación”, concluye Zuban Córdoba.
El resultado deja una señal clara de cara a las próximas elecciones: el bolsillo sigue siendo el gran campo de batalla electoral en la Argentina.
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