En un contexto político marcado por la fragmentación partidaria y el avance de agendas nacionales sobre los intereses locales, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, movió piezas en su tablero electoral con dos reuniones claves que lo posicionan en la carrera hacia las elecciones legislativas de octubre.
Sin anuncios públicos ni cobertura oficial previa, Figueroa se reunió el sábado con exlegisladores nacionales y con más de 270 representantes del sector privado, profesionales y militancia política. El objetivo, según se desprende del contenido de los encuentros, fue reforzar su armado político provincialista y diferenciarse de los partidos nacionales que dominan la representación neuquina en el Congreso.
El primer encuentro fue con figuras de peso del Movimiento Popular Neuquino (MPN) como Horacio Lores, Alicia Comelli, Olga Guzmán, Encarnación Lozano, Luis “Chito” Jalil y Julio Falletti. Todos coincidieron en un punto: la necesidad urgente de recuperar una voz neuquina autónoma en el Parlamento.
Figueroa, por su parte, fue directo: “Hoy los tres senadores por Neuquén responden a partidos nacionales. Necesitamos legisladores que defiendan nuestros intereses, no los de estructuras políticas que operan desde Buenos Aires”. Su mensaje apunta a marcar una ruptura simbólica —y electoral— con los viejos alineamientos partidarios.
Representación local y obras con fondos propios: el doble discurso del oficialismo provincial
Horas más tarde, el gobernador lideró una reunión ampliada en la que participaron comerciantes, empresarios, referentes sociales y militantes de distintas localidades como Centenario, Plottier, Senillosa y Neuquén capital. La convocatoria buscó mostrar músculo político y territorial, con el telón de fondo de un mensaje que combina gestión y pertenencia provincial.
Allí, Figueroa repasó algunas de las obras ejecutadas con recursos provinciales, como la pavimentación de la ruta 39 entre Huinganco y Andacollo, la intervención en la ruta 23, y convenios firmados con YPF para trabajos en las rutas 6, 7 y 67, claves para la conectividad en el norte neuquino.
El mandatario presentó estas acciones como prueba de que es posible impulsar desarrollo con autonomía financiera y política. Sin embargo, no se abordaron los desafíos de sostenibilidad fiscal ni el impacto de los recortes nacionales en las arcas provinciales.
Un armado amplio, pero con preguntas abiertas
La construcción de este nuevo espacio político, aunque arraigado en figuras tradicionales del MPN, incorpora a referentes más jóvenes y actores sociales sin afiliación partidaria. Osvaldo Llancafilo, actual diputado nacional y uno de los articuladores del encuentro, destacó la necesidad de una mirada pluralista: “No queremos fanatismos ni reproducir lógicas de grieta. Esta es una propuesta abierta y basada en la identidad neuquina”, afirmó.
No obstante, la amplitud del frente deja interrogantes sobre su cohesión interna y la capacidad de generar propuestas legislativas concretas más allá del discurso de la “neuquinidad”. En un escenario político cada vez más atomizado, el desafío no será solo alcanzar bancas en el Congreso, sino también mantener la coherencia y gobernabilidad en un espacio en construcción.
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