El gobernador Rolando Figueroa encendió el debate fiscal con dos planteos fuertes: reflotó la idea de un “súper IVA” que habilite a las provincias a coparticipar este impuesto y anunció que Neuquén estaría dispuesta a reducir la alícuota al 16%. En paralelo, criticó que el gobierno nacional haya eliminado las retenciones a granos y carnes mientras mantiene un 8% sobre el petróleo y el gas de Vaca Muerta, uno de los motores de la economía neuquina.

“Ese esquema golpea nuestras regalías y la posibilidad de sostener impuestos propios”, advirtió el mandatario durante una recorrida de obras junto al intendente Mariano Gaido. Para Figueroa, la diferencia de trato entre el agro y la energía “impacta directamente en la coparticipación de recursos” que reciben las provincias.

El gobernador defendió, además, las medidas locales para estimular la producción hidrocarburífera convencional, que genera empleo y movimiento en distintas localidades del interior. Recordó que la provincia eliminó la carga de Ingresos Brutos a través de créditos fiscales para aquellas empresas que sostengan los puestos de trabajo.

“Hemos bajado regalías y eliminado cargas porque queremos que los convencionales sigan activos. Son clave para mantener empleo y dinamizar la economía regional”, expresó.

En ese sentido, destacó que la estrategia neuquina busca combinar beneficios fiscales con la defensa de la producción local, en un momento en que la provincia avanza también en su plan de diversificación económica.

Cómo funcionaría el “súper IVA”

El planteo de Figueroa apunta a un esquema que había sido analizado en su momento por Nación, aunque nunca se aplicó. La propuesta consiste en dividir el impuesto al valor agregado: 9% quedaría en manos del gobierno nacional, y cada provincia podría aplicar su propio porcentaje.

“En Neuquén lo bajaríamos mucho”, aseguró el mandatario. Según explicó, la alícuota local rondaría entre 7 y 8 puntos, lo que llevaría la carga total al 16% o 17%, frente al 21% vigente.

El cambio reemplazaría al actual impuesto a los Ingresos Brutos, considerado distorsivo por empresarios y especialistas. En Neuquén, la alícuota general es del 3%, aunque varía según el sector de actividad.

Impacto en familias y empresas

De prosperar, la medida supondría un alivio para los consumidores y también para el sector privado. “Queremos que estos cambios beneficien a los habitantes y protejan derechos adquiridos”, expresó Figueroa, al remarcar que el objetivo es equilibrar la balanza fiscal y dar más autonomía a las provincias.

El gobernador subrayó que, en un contexto de recorte de obra pública nacional y de creciente presión sobre las cuentas provinciales, la propuesta busca blindar los recursos propios sin frenar el consumo interno. Sin embargo, reconoció que la iniciativa necesita un amplio acuerdo con Nación y con las demás jurisdicciones, ya que modificaría uno de los principales impuestos que sostiene la recaudación nacional.

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