Neuquén y Río Negro se preparan para dar una batalla conjunta por algo que consideran justo: una mayor compensación económica por el uso del agua en las represas del Comahue. Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, gobernadores de ambas provincias, anunciaron que trabajan en una estrategia común para reclamar al Gobierno nacional una actualización en la base imponible de las regalías hidroeléctricas, así como un aumento en el porcentaje de energía que reciben como pago en especie.

“Nos vienen pagando solo el 25% de lo que realmente corresponde”, remarcó Figueroa en un acto público, señalando que esa situación lleva años generando perjuicios económicos a la región. El reclamo será presentado formalmente en los próximos días, luego de una reunión conjunta entre los gabinetes provinciales, con la intención de que quede plasmado en los nuevos contratos de concesión de las centrales hidroeléctricas.

Un reclamo con historia y peso económico

Ambas provincias coinciden en que el actual esquema de regalías por el uso del recurso hídrico quedó desactualizado y ya no responde a las necesidades ni a la realidad económica de la región. Hoy, según explicó Figueroa, el porcentaje de energía que queda a disposición de las provincias es muy bajo, y se apunta a que ese valor crezca hasta alcanzar el 25%, lo que les permitiría ganar mayor autonomía en la gestión de su matriz energética.

El planteo no es nuevo, pero sí toma fuerza en un contexto donde los gobernadores buscan reforzar su posición frente al Ejecutivo nacional. Además del reclamo económico, también se pondrá sobre la mesa un fallo de la Corte Suprema de 2009 que ordena al Estado Nacional realizar obras para mitigar las crecidas del río Neuquén, algo que hasta ahora no se ha concretado.

Propiedad del recurso y seguridad jurídica

Uno de los argumentos centrales de la postura patagónica es que el agua pertenece a las provincias, por lo que corresponde que éstas cobren un canon justo por su uso. Según Figueroa, existe un acuerdo con Nación para aplicar un canon del 1% por el uso de los ríos Limay y Neuquén en la generación de energía, pero todavía no se ha implementado plenamente.

“El tema no es solo económico. También hablamos de darle previsibilidad a nuestras provincias, seguridad jurídica y un marco claro para los inversores”, enfatizó el gobernador neuquino. En esa línea, insistió en que la actualización del esquema de regalías debe contemplar no solo una mayor participación en los ingresos, sino también un rol activo de las provincias en el diseño de la política energética.

Con el respaldo de Weretilneck y la coordinación de ambos equipos de gobierno, el reclamo patagónico promete ganar volumen en las próximas semanas. La expectativa está puesta en lograr que el nuevo esquema quede incorporado en los contratos que regirán el futuro de las represas. En juego no solo están los recursos hídricos, sino también el modelo de desarrollo energético de la región.

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