En una nueva jugada que marca un giro en su política económica, el Gobierno anunció que levantará el cepo cambiario para personas humanas a partir del lunes 8 de abril. La medida, presentada como parte de la “fase 3” del plan económico del Ejecutivo, forma parte del paquete de condiciones acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tras cerrar un nuevo acuerdo por 20.000 millones de dólares.

El anuncio fue realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, en una conferencia de prensa que buscó transmitir confianza y mostrar avances en el proceso de estabilización prometido por el oficialismo. Sin embargo, la decisión también abre interrogantes sobre el impacto que esta flexibilización puede tener en el mercado de cambios, la inflación y la economía en general.

Una medida esperada, pero no exenta de riesgos

El cepo cambiario había sido reinstaurado en 2019 como una herramienta para frenar la fuga de capitales y sostener las reservas del Banco Central. Desde entonces, su existencia generó múltiples distorsiones en el mercado, como la proliferación de tipos de cambio paralelos y restricciones al ahorro en moneda extranjera.

A partir del lunes, las personas físicas podrán acceder libremente al mercado cambiario formal. El tipo de cambio oficial se moverá dentro de una banda que irá de $1.000 a $1.400, con una actualización mensual del 1%. Según el Gobierno, esto permitirá "normalizar" el mercado y fomentar las inversiones.

Sin embargo, la decisión llega en un contexto todavía frágil. La inflación mensual continúa en niveles altos y la economía muestra señales de recesión. Expertos advierten que la liberalización del acceso a dólares podría presionar aún más sobre los precios si no se acompaña con medidas concretas de estabilización fiscal y monetaria.

Acuerdo con el FMI y guiños al mercado financiero

El levantamiento del cepo no es una decisión aislada. Forma parte de un nuevo entendimiento con el FMI, que permitirá al país acceder a USD 20.000 millones. De ese total, USD 15.000 millones estarán disponibles en 2025 para recomprar deuda del Banco Central, y el resto provendrá de organismos multilaterales y bancos internacionales.

Además, el Banco Central eliminará el llamado “dólar blend”, una herramienta que permitía a los exportadores liquidar parte de sus divisas al tipo de cambio paralelo, y flexibilizará los plazos para pagos de importaciones. También se permitirá a empresas extranjeras girar utilidades a partir de 2025, una señal destinada a atraer capitales.

Para el oficialismo, el fin del cepo es una muestra de “madurez” y avance hacia un régimen económico más abierto. Para otros, se trata de una exigencia del Fondo en medio de una renegociación que aún genera incertidumbre.

Cipolletti busca modernizar su transporte público tras dos décadas de parálisis

artículo anterior

Formación exprés para Vaca Muerta: lanzan seis carreras con salida laboral en ocho meses

Próximo artículo

También te puede gustar

Comentarios

Los comentarios están cerrados.

Más en POLÍTICA