En los últimos días, el Parque Nacional Lanín se ha visto afectado por un incendio que amenaza con devastar el ecosistema de la región. Con el objetivo de controlar la situación, el gobierno provincial y organismos nacionales han implementado un operativo de gran escala, que incluye la participación de más de 800 personas en el terreno. Este dispositivo se complementa con la utilización de helicópteros, aviones hidrantes y drones, con el fin de monitorear y frenar la propagación de las llamas.
El campamento base, ubicado en Mamuil Malal, se ha convertido en el epicentro de las operaciones. Desde allí, se coordina la logística para el abastecimiento de equipos aéreos, y se supervisa el trabajo de las brigadas en la zona. Además, las autoridades han dispuesto puestos médicos avanzados y móviles en diversas localidades cercanas, como Aluminé y Aucapan, para brindar atención a quienes participan en las tareas de extinción.
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, se encuentra en el campamento base mientras un equipo interinstitucional conformado por distintas fuerzas y organizaciones trabaja de manera coordinada para frenar el incendio. Entre las entidades involucradas se encuentran el Ministerio de Seguridad de Neuquén, la Policía Provincial, Parques Nacionales, el Ejército Argentino, y el Sistema Nacional de Manejo del Fuego.
El rol clave de los brigadistas mapuches
En medio del desastre natural, un grupo de jóvenes mapuches de la región está jugando un rol esencial en el combate contra el fuego. Los brigadistas, que fueron capacitados por la Fundación Tierras Patagónicas durante tres años, cuentan con un conocimiento profundo del territorio, lo que les permite desempeñarse con eficacia en tareas de observación y combate. Esta formación les ha permitido participar activamente en la lucha contra los incendios, trabajando como guías y observadores en los helicópteros y en el terreno.
Max Knüll, presidente de la Fundación Tierras Patagónicas, destacó la importancia de la participación de los jóvenes de las comunidades locales. "Son gente de aquí, que conocen el terreno, y su ayuda es fundamental para orientar las tareas en el campo", comentó. Este grupo de brigadistas, que proviene de comunidades como Vera, Curruhuinca, Cayún, Linares y Atreuco, ya supera los 20 participantes, y cada día sienten la gratificación de colaborar en la protección de su entorno.
La respuesta ante un desafío ambiental
El incendio en el Parque Nacional Lanín es un claro reflejo de la creciente preocupación por los desastres naturales que azotan a distintas regiones de Argentina. Aunque las autoridades han desplegado una gran cantidad de recursos y brigadistas para controlar la situación, el desafío sigue siendo considerable, tanto por la extensión del fuego como por las condiciones climáticas adversas.
Con el paso de los días, la colaboración de todos los actores involucrados –desde las autoridades locales hasta los voluntarios– se ha vuelto vital para enfrentar la emergencia. A medida que avanza el operativo, la esperanza es que la intervención conjunta logre frenar la propagación del incendio y evitar mayores daños a uno de los principales pulmones de la Patagonia Argentina.
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