Fuerza Libertaria abrió formalmente su campaña con un acto multitudinario en el que combinó presentación de listas, repaso de proyectos y mensajes políticos hacia sus competidores. La puesta en escena, realizada ante un auditorio que la organización estimó en más de 500 asistentes, dejó dos definiciones centrales: el espacio buscará instalar su “gestión” como carta de presentación y apuntará a mostrarse como opción liberal con anclaje local, sin perder de vista el escenario nacional.
Desde el escenario, Joaquín Eguía —primer candidato a diputado nacional— ubicó el eje en lo realizado por el bloque en el Deliberante y en la Legislatura. Enumeró más de cien iniciativas en el último año y medio, entre ellas la legalización de Uber, la adhesión a Ficha Limpia, test de drogas para funcionarios y el esquema “concejal que falta, concejal que no cobra”. Su mensaje apuntó a marcar contraste: “No prometemos, hacemos”, sostuvo, y planteó que la boleta del espacio integra perfiles de sectores diversos que no han ocupado cargos previos en el Estado.
Propuestas y cruces en clave local
Durante el acto también habló Carlos Eguía, primer candidato a senador nacional, quien profundizó la diferenciación con otras expresiones del espacio liberal y con fuerzas provinciales tradicionales. En su intervención, insistió en que la propuesta de “Fuerza Libertaria” es la “opción liberal” con arraigo neuquino, y cuestionó alineamientos y recorridos de referentes de otras listas. El tono fue de campaña: marcado, directo y con foco en las elecciones de octubre.
Más allá de los cruces, el espacio buscó poner sobre la mesa un paquete de iniciativas ya conocidas en el ámbito local: medidas de transparencia y control en la función pública, regulaciones para nuevas plataformas de movilidad y un esquema de exigencias para cargos electivos. El mensaje buscó sintetizar ese recorrido como punto de partida para discutir la agenda nacional, con los ejes de seguridad, empleo y calidad institucional.
Quiénes son los candidatos
La nómina para el Senado estará encabezada por Carlos Eguía (presidente del partido), Cynthia Meriño —presentada como la primera mujer liberal de la provincia—, el veterano de Malvinas Alberto Bruno y la comerciante Silvia Socolym.
Para Diputados, la lista propone a Joaquín Eguía en primer término, seguido por la ex comisaria Victoria Grandi, el periodista Mariano Rolla, la docente jubilada Fanny Rubilar, el constructor Alejandro García y la joven vecinalista y estudiante de Derecho Antonella Montecino. La apuesta, remarcaron, es combinar experiencia sectorial con recambio generacional.
Del micrófono a la boleta
Mariano Rolla, periodista y tercer candidato a diputado, explicó en el programa Va de Tarde (Vorterix Neuquén) por qué salta de la crítica a la competencia. “Hay un momento para dejar el lado del comentario y comprometerse. Me toca hacerlo después de 17 años de trabajo periodístico”, dijo. Valoró el liderazgo joven de Joaquín Eguía —“garra y espontaneidad sin traicionar lo que piensa”— y describió su motivación en términos de prioridades: educación, empleo y calidad institucional.
Rolla planteó que el principal problema del país es la educación: en Neuquén, afirmó, la demanda laboral y la oferta formativa “van por carriles distintos”, algo que —según su mirada— exige reformas con horizonte de largo plazo. También habló de reforma laboral para formalizar empleo y mejorar jubilaciones futuras, y de orden fiscal con recorte de privilegios de la política: “No hacen falta levanta manos; hacen falta interlocutores que acompañen cuando hay aciertos y marquen correcciones cuando haga falta”.
Sobre la relación con el oficialismo nacional, fijó posición: acompañar al Presidente en lo que considere positivo, pero priorizando los intereses de la provincia. En ese punto, sostuvo que el Congreso debe volver a ser un ámbito de diálogo y que los vetos —herramienta constitucional— “llegan cuando fracasa la política”. Respecto de denuncias que salpican a diferentes gestiones, insistió en un estándar único: presentarse ante la Justicia y transparentar. “Las instituciones hay que respetarlas; no se trata de acusaciones cruzadas sino de rendir cuentas”, resumió.
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