El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer esta semana el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero, y las consultoras ya anticipan que la inflación volvería a superar el 2%, impulsada por el aumento en alimentos y bebidas.
El dato marcaría una aceleración respecto a enero, cuando la inflación fue del 2,2% interanual, el nivel más bajo en casi cinco años. Aunque en la primera mitad del mes las subas parecían moderadas, los precios volvieron a apretar el acelerador en la segunda quincena, especialmente en productos básicos.
¿Cuánto esperan los analistas?
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), elaborado por el Banco Central, proyectó una inflación del 2,1%, aunque el informe oficial aún no fue publicado.
Por su parte, Equilibra estimó que la inflación de febrero fue del 2,5%, con aumentos destacados en vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (+4,3%), restaurantes y hoteles (+4,2%) y bebidas alcohólicas y tabaco (+3,2%).
Desde EcoGo Consultores, el número fue aún más alto: 2,7% en febrero, con un aumento promedio del 3,8% en alimentos y bebidas, impulsado por la carne, que subió 7,8% en el mes.
La Fundación Libertad y Progreso estimó un 2,3%, apenas por encima del dato de enero. En términos interanuales, el informe reflejó una inflación del 66,7%, consolidando la décima desaceleración consecutiva.
Alimentos en el centro de la escena
Todas las consultoras coinciden en que la carne fue el gran factor de la aceleración inflacionaria en febrero. Desde Libertad y Progreso señalaron que la categoría de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas fue clave en el repunte: "El incremento en la carne fue superior al 7%".
Por su parte, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), que mide los precios en barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires, reveló que los alimentos aumentaron 5,12% en febrero, con una fuerte presión en la canasta básica.
Un primer bimestre con números en rojo
A pesar de la desaceleración interanual, la inflación acumulada en el primer bimestre del año ya alcanza el 4,6%, muy por debajo del 36,6% registrado en el mismo período del 2024, pero todavía lejos de un escenario de estabilidad.
Con el dato de febrero a la vuelta de la esquina, la pregunta es si el gobierno logrará mantener la tendencia a la baja o si el rebote en los alimentos será solo el primer síntoma de una inflación más difícil de domar.
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