La diputada provincial Julieta Ocampo denunció que la empresa YPF intentó ingresar con camiones y maquinaria al área del lago Mari Menuco con el objetivo de iniciar tareas de perforación de pozos petroleros. La acción fue impedida por integrantes del lof Kaxipayin, quienes se movilizaron para frenar lo que consideraron un avance sobre el territorio y el agua.
En un comunicado, Ocampo sostuvo que el hecho “forma parte de una política de saqueo de nuestros recursos naturales” y señaló que “las comunidades que viven sobre los territorios afectados por el fracking sufren sismos y contaminación”.
La legisladora enmarcó el episodio dentro de una política extractiva que, según su análisis, es compartida tanto por el gobierno nacional como por el provincial. En su declaración, remarcó que “es claro el alineamiento de Figueroa con la política de Milei” y que ambos gobiernos “favorecen a las grandes empresas a costa de los bienes comunes”.
Ocampo advirtió que detrás de estos proyectos se esconde un modelo que no genera desarrollo sostenible. “Se llevan las ganancias y dejan pasivos ambientales”, afirmó, al tiempo que cuestionó la reciente aprobación del RIGI neuquino, al que considera un marco legal que facilita el avance de las corporaciones sobre los recursos naturales.
El agua como eje del reclamo
El conflicto en el Mari Menuco volvió a poner en primer plano el debate sobre el fracking y sus consecuencias ambientales. Las comunidades mapuches sostienen que la fractura hidráulica provoca contaminación, altera las napas de agua y genera movimientos sísmicos.
Ocampo coincidió con esas preocupaciones y reafirmó su apoyo a la campaña “Salvemos el Mari Menuco”, que impulsa acciones para proteger el lago. En su mensaje, valoró “la tarea titánica” que vienen realizando las comunidades para frenar el avance del fracking y proteger las fuentes de agua dulce.
“Sin agua no hay futuro”
La diputada cerró su pronunciamiento con una advertencia sobre el rumbo productivo de la provincia. Subrayó que “el agua es un derecho fundamental y sin ella no hay posibilidad de diversificación productiva”.
Con esa posición, Ocampo volvió a colocar el tema ambiental en la agenda pública neuquina, marcando diferencias con la política oficial de expansión petrolera. Su denuncia, centrada en la defensa del agua y el cuestionamiento al modelo extractivo, vuelve a tensionar el vínculo entre las comunidades mapuches, el Estado y las empresas que operan en la región.
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