Junín de los Andes se prepara para uno de sus eventos más importantes: la Fiesta Nacional de la Trucha. Con ese horizonte, la Municipalidad y la Secretaría de Turismo mantuvieron un encuentro con prestadores de alojamientos de la ciudad para delinear una estrategia conjunta que permita convertir la celebración en un verdadero motor de desarrollo turístico.

La reunión no fue casual ni protocolar. El sector atraviesa un momento crítico, con dificultades para sostener la rentabilidad en temporada baja y una demanda que se ve afectada por la coyuntura económica. En ese contexto, el evento aparece como una chance concreta para fortalecer la colaboración público–privada, acompañar a quienes reciben a los visitantes y reposicionar a Junín de los Andes como un destino de calidad.

Durante el encuentro, las autoridades locales remarcaron que los alojamientos de la ciudad no son meros prestadores de servicios, sino un eslabón clave en la cadena turística. “La Fiesta Nacional de la Trucha no solo convoca por lo deportivo o cultural, también representa ingresos para hoteles, cabañas, restaurantes y comercios en general”, señalaron desde la organización.

Los prestadores, por su parte, expusieron las dificultades que enfrentan a diario: caída en las reservas, gastos fijos en aumento y un escenario económico que complica sostener precios competitivos. Ante esto, la coordinación con la Municipalidad y la Secretaría de Turismo se planteó como una herramienta para diseñar acciones que permitan mejorar la recepción de visitantes y ofrecer una experiencia más atractiva.

La meta es clara: que la fiesta trascienda lo deportivo y se convierta en un evento que dinamice la economía local, genere trabajo y refuerce la identidad de Junín de los Andes como capital de la pesca deportiva.

La Fiesta Nacional de la Trucha, que cada año atrae a pescadores, turistas y familias de distintos puntos del país, será también una vidriera para mostrar el potencial de la ciudad. En ese sentido, el compromiso asumido en la reunión apunta a garantizar que la edición de este año sea segura, bien organizada y con una propuesta capaz de captar la atención de un público amplio.

Entre las acciones previstas se mencionó la coordinación de promociones en alojamientos y gastronomía, el refuerzo de la comunicación y la puesta en valor de atractivos complementarios, como circuitos turísticos y actividades culturales. La idea es que los visitantes que lleguen por la pesca encuentren una oferta variada que los invite a extender su estadía y volver en otras épocas del año.

Las autoridades subrayaron que este trabajo conjunto busca, además, fortalecer la imagen de Junín de los Andes en el mercado turístico nacional. “No alcanza con tener bellezas naturales y una fiesta tradicional, hay que organizarse, escuchar al sector privado y generar condiciones para que el turista se sienta bien recibido”, remarcaron.

El encuentro dejó en claro que la Fiesta Nacional de la Trucha es mucho más que un evento deportivo. Para la comunidad, representa una posibilidad concreta de mostrar su hospitalidad, su cultura y sus atractivos en un momento en el que el turismo necesita oxígeno.

De cara a la próxima edición, las autoridades y los prestadores coincidieron en que el éxito dependerá de la capacidad de trabajar unidos. Con ese compromiso, Junín de los Andes busca que la fiesta no solo sea un clásico en el calendario, sino también un impulso real para su economía y un paso más en el camino de consolidarse como destino turístico de referencia en la Patagonia.

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