En plena cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas del 26 de octubre, la candidata de La Libertad Avanza (LLA) por la provincia de Buenos Aires, Karen Reichardt, volvió a quedar en el centro de la polémica tras unas declaraciones explosivas durante una entrevista con Jonatan Viale.
La postulante —que ocupa el segundo lugar en la lista libertaria— fue consultada sobre a quién debía apuntar su espacio para captar votos y respondió sin filtro:
“Hay que buscar a los que no fueron a votar, a los del PRO, porque el otro de verdad que es una enfermedad mental”.
Ante la sorpresa del conductor, Reichardt reafirmó:
“Sí, entendiste perfecto”.
Minutos después intentó matizar la frase y sostuvo que se trataba de “un tema cultural”, aunque la aclaración no logró frenar la polémica.
Entre la exposición mediática y el desconcierto político
El episodio se suma a una seguidilla de declaraciones contradictorias que han marcado la campaña de Reichardt, una figura mediática convertida en candidata tras la salida de José Luis Espert y el ascenso de Diego Santilli al primer lugar de la lista.
La ahora aspirante a diputada reconoció sin tapujos su falta de interés por la política:
“La política no me interesa para nada”, dijo en una entrevista reciente, aunque enseguida se corrigió con otra frase desconcertante: “El que dice que no le interesa la política es una locura”.
Del espectáculo al Congreso
Apodada por los medios como la “ex brigada cola y tapa Playboy”, Reichardt se convirtió en una de las caras más visibles del espacio libertario en Buenos Aires. Su estilo frontal y su perfil mediático fueron valorados por la conducción del partido, pero también generaron tensiones internas y críticas externas.
El cruce con Viale volvió a poner sobre la mesa el riesgo de trasladar figuras del espectáculo al terreno político. Su discurso, cargado de improvisación y frases contradictorias, expuso las dificultades de una campaña que intenta equilibrar notoriedad mediática con credibilidad política.
Un mensaje confuso en plena recta final
En un escenario electoral ajustado, las declaraciones de Reichardt reflejan los desafíos que enfrenta La Libertad Avanza para mantener coherencia discursiva y retener a su electorado.
El intento de captar votantes “del PRO” y el tono despectivo hacia los adversarios políticos podrían resultar contraproducentes en un momento donde los votantes reclaman propuestas concretas y estabilidad.




















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