Karina Maureira, primera candidata a diputada nacional por La Neuquinidad —el espacio que lidera el gobernador Rolando Figueroa—, contó en una entrevista con Va de Tarde (Vorterix Neuquén) cómo tomó la decisión de dar el salto a la política tras más de tres décadas de carrera en el periodismo. “Era mi último gran desafío en la vida. No me arrepiento en absoluto”, afirmó.

Maureira relató que aceptó la propuesta de Figueroa tras conversarlo con su familia y que la fecha elegida para dar el sí fue simbólica: el 9 de julio. Reconoció que la política es una actividad que “se lleva puesto todo”, pero sostuvo que está preparada para ese desafío. “No cualquiera puede estar en este lugar: tenés que estar seguro de lo que querés y convencer a la gente en el buen sentido de que lo que se está haciendo es lo mejor”, expresó.

Transparencia y credibilidad como bandera

La candidata aseguró que su paso por el periodismo la marcó en su forma de encarar esta nueva etapa. Rechazó el sensacionalismo y reivindicó la empatía como valor central de su carrera. “Nunca prediqué con la mala palabra ni con el maltrato. Creo que eso es lo que me sigue acercando a la gente”, señaló.

Maureira también subrayó que su condición para aceptar el ofrecimiento de Figueroa fue clara: “Lo primero que le dije es que no soy corrupta, soy muy transparente en mi vida y en lo que hago. Y él me respondió: conmigo no hay corrupción”. En esa línea, planteó que La Neuquinidad se propone construir un espacio distinto, con candidatos que provienen de la vida cotidiana y no de la política tradicional.

“Queremos que la gente vuelva a creer en la política. Nuestros candidatos son personas alcanzables, que trabajan todos los días en sus oficios, y eso es lo que la sociedad reclama: políticos que no den la espalda después de llegar a un cargo”, afirmó.

El rol del Estado y los desafíos de Neuquén

Durante la entrevista, Maureira defendió la importancia del Estado como garante de derechos y cuestionó los discursos que buscan reducirlo al mínimo. “Decir menos Estado, más libertad, es un mensaje peligroso. El Estado lo formamos todos, y debe ser eficiente, no desaparecer”, indicó.

En ese sentido, puso como ejemplo el ordenamiento financiero de la provincia bajo la gestión de Figueroa: “Neuquén hoy es un modelo para el país. A pesar de que no llegaron los fondos nacionales, pudo organizarse en poco tiempo para hacer cosas que no se habían hecho en dos décadas, desde rutas hasta metros cubiertos en escuelas”.

Maureira también criticó los recortes nacionales en áreas sensibles como cultura, salud y programas sociales, y remarcó que su desafío en el Congreso será defender los intereses de la provincia. “No se trata de lo que algunos pidan por Neuquén, sino de lo que verdaderamente necesita la provincia”, aseguró.

Un cambio en las formas de la política

La candidata se refirió además al clima político actual, atravesado por discursos de odio y confrontación permanente. “Hoy la política está más vinculada a las redes, a la ofensa y a los extremos. Pero depende de cada uno no caer en ese juego. Yo no soy respetuosa, nunca prediqué con la mala palabra, y el que me busque por ese lado no me va a encontrar”, advirtió.

Convencida de que es posible abrir una nueva etapa, llamó a los neuquinos a no resignarse al desencanto. “Muchos descreemos de la política, yo también lo hice. Pero hoy estoy ofreciendo un discurso de valores, de respeto y de transparencia. Creo que este es el momento de correr a la política de la mala palabra”, concluyó.

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