Axel Kicillof encabezó una recorrida cargada de gestos políticos por la Segunda sección electoral de la provincia de Buenos Aires, donde gobiernan varios intendentes que se pintaron de violeta tras el acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza. La gira combinó gestión con campaña y no pasó desapercibida: hubo intendentes que lo recibieron y otros que directamente le cerraron la puerta.
La primera parada fue Zárate, donde el intendente del PRO Marcelo Matzkin optó por no sumarse a los actos oficiales. Aunque fue invitado, avisó que no quería ser “un monigote para la foto”. Dijo que el gobernador llegaba “en modo campaña” y que no iba a estar al lado suyo “sin poder replicar”. La respuesta de Kicillof no tardó: lamentó la ausencia, pero fue al hueso —“será un problema de él”— y recordó que en las inundaciones “hablé mucho con él”.
Desde allí, el gobernador también les pegó a los gobernadores que se alinearon en el nuevo espacio Provincias Unidas, como Pullaro, Llaryora y Torres. Los acusó de haber “chupado las medias” a Milei y ahora querer “defender el federalismo”. Y apuntó a los jefes comunales que cruzaron de bando: “Llama la atención que algunos se estén haciendo libertarios”.
Capitán Sarmiento: la foto que sí fue
A diferencia de Matzkin, la intendenta de Capitán Sarmiento, Fernanda Astorino, que milita abiertamente con Karina Milei, sí recibió a Kicillof. En ese distrito se entregaron patrulleros, motos, 90 títulos de propiedad y computadoras del programa “Conectar Igualdad Bonaerense”.
“Aunque pertenezcamos a espacios políticos diferentes, trabajamos con todos los municipios”, dijo el gobernador. Aprovechó para recordar que el Gobierno nacional les quitó a las provincias un fondo de seguridad de 750 millones de pesos.
En Arrecifes hubo de todo: acto, entrega de kits y críticas internas
La última parada fue Arrecifes, donde el intendente del PRO, Fernando Bouvier, sí acompañó a Kicillof. Hubo entrega de patrulleros, kits de ambiente, herramientas de emergencia climática y 289 escrituras. También se repartieron computadoras para estudiantes.
Pero la presencia de Bouvier le valió una lluvia de críticas de sus flamantes aliados libertarios. Desde La Libertad Avanza local sacaron un comunicado con tono caliente: “No vamos a convalidar la baja política kirchnerista de entregar limosnas para juntar votos”, dispararon.
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