En medio de una fuerte controversia, la Legislatura de Neuquén se convirtió en escenario de un debate tan inesperado como revelador: una posible alianza entre sectores peronistas, libertarios y del PRO se alineó para apoyar el levantamiento de la barrera sanitaria que impide el ingreso de carne con hueso desde el norte del río Colorado. La medida, impulsada desde el gobierno nacional, promete reducir el precio de la carne en la Patagonia. Sin embargo, desde el oficialismo provincial y el sector ganadero advierten sobre impactos negativos y cuestionan el trasfondo de la decisión.
Lo que comenzó como un debate sanitario terminó exponiendo las tensiones políticas internas y una grieta inesperada en la Legislatura. Diputados peronistas, como Darío Martínez, defendieron el levantamiento de la barrera argumentando que los consumidores patagónicos pagan la carne más cara del país. Según Martínez, el precio del kilo de asado en Neuquén puede duplicar o incluso triplicar al de provincias como La Pampa. "Lo que buscamos es bajar el precio de la carne en Neuquén. Hoy hay una diferencia de hasta el 200%", sostuvo el legislador.
Desde la vereda opuesta, el oficialismo provincial que responde al gobernador Rolando Figueroa se mostró crítico y alertó sobre la falta de planificación y consultas. El diputado César Gass fue tajante: "Estas decisiones se toman de un día para el otro, sin diálogo ni análisis previo. No podemos permitir medidas impuestas a la fuerza".
La convergencia de discursos entre partidos ideológicamente opuestos llamó la atención tanto dentro como fuera del recinto, aunque todos coinciden en un punto: la carne es demasiado cara y la situación merece una respuesta urgente.
Preocupaciones del sector ganadero
Más allá del cruce político, los productores ganaderos encendieron las alarmas. María Cecilia de Larminat, presidenta de la Sociedad Rural de Neuquén, expresó su sorpresa por la decisión del SENASA de avanzar con el fin de la barrera sin consulta previa a los actores del sector. También cuestionó la promesa de una baja de precios: "La carne sin hueso entra hace años y nunca vimos que bajaran los precios. No hay garantías de que esto cambie algo".
En la misma línea, el empresario cárnico Sergio Rivas, titular del frigorífico SR de Neuquén, advirtió que el fin de la barrera podría tener el efecto contrario al buscado. Según explicó, el stock ganadero en la región ha caído un 50% y la presión de precios externos podría hacer que el kilo de carne suba entre un 30% y un 40%. “Estamos ante un riesgo económico enorme, y todo por una medida que se anuncia como solución pero que podría empeorar las cosas”, señaló.
¿Menor precio o mayor riesgo?
El futuro de la carne en Neuquén y en toda la Patagonia está en juego. La eliminación de la histórica barrera sanitaria puede abrir las puertas a una mayor oferta de productos, pero también pone en duda la seguridad sanitaria, la viabilidad del sector ganadero local y la efectividad real de la medida sobre los precios.
Mientras tanto, el debate sigue abierto y sin una resolución clara. Lo cierto es que, como muchas veces ocurre, las decisiones que se toman en nombre del “bolsillo de la gente” podrían terminar teniendo un costo más alto del previsto.
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