La inflación en la provincia de Neuquén fue del 2,9% en abril, según el relevamiento oficial de la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos. El dato, que muestra una desaceleración respecto al 4% registrado en marzo, se inscribe en una tendencia similar a la que reflejó el INDEC a nivel nacional.
No obstante, el alivio que pueden sugerir los números estadísticos todavía no se percibe en la vida cotidiana. La variación interanual se mantiene elevada en un 60,9%, y los precios de bienes y servicios esenciales siguen registrando aumentos que impactan directamente en el poder de compra de los hogares.
Uno de los rubros más sensibles, alimentos y bebidas, subió un 2,8%, con fuertes alzas en productos frescos como tomate, lechuga, carne de ave, huevos y aceites. Estos incrementos, aunque moderados en comparación con meses anteriores, siguen afectando a los sectores con menores ingresos.
Rubros clave que impulsan el aumento
Entre los sectores que más subieron en abril, destacan restaurantes y hoteles (+4,6%), vivienda y servicios públicos (+4,4%), y recreación y cultura (+3,4%). En estos casos, las alzas se explican por el encarecimiento de comidas preparadas, alquileres, tarifas eléctricas y paquetes turísticos.
El impacto no es menor: muchos de estos gastos forman parte de la canasta básica total, que no solo contempla alimentos, sino también servicios esenciales. La directora general de Estadísticas Sociales y Económicas, Cecilia Figueroa, reconoció que, si bien las cifras muestran una desaceleración, la pérdida de poder adquisitivo continúa sin revertirse.
“La tendencia es a la baja, pero todavía no se recupera el ingreso real de la población”, explicó en una entrevista radial. Según la funcionaria, la medición del IPC incluye componentes que pueden diferir según la realidad de cada región y familia, lo que refleja un mapa desigual del costo de vida.
Un acumulado preocupante en lo que va del año
En el acumulado de los primeros cuatro meses del año, la inflación en Neuquén ya alcanza un 14,2%, una cifra que, si bien está por debajo de los registros de finales de 2024, continúa mostrando la fragilidad del proceso de desaceleración.
“La canasta básica incluye muchos otros gastos además de los alimentos. Por eso, aunque algunos precios bajen, el conjunto de necesidades familiares sigue estando por encima de lo que muchas personas pueden afrontar”, explicó Figueroa.
En este escenario, el dato de abril puede interpretarse como una señal moderada de estabilización, pero todavía muy lejos de un alivio real. La inflación en Neuquén da señales de desaceleración técnica, pero el costo de la vida sigue en ascenso para la mayoría de la población.
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