La economía neuquina vivió en 2024 una desaceleración significativa en la inflación general, aunque persistieron contrastes marcados entre bienes y servicios. Según datos recientes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación anual del 139,2%, marcando un descenso notable respecto al 208% de 2023. Este cambio sugiere una mejora en el control de precios en la región, aunque ciertos sectores aún enfrentan presiones inflacionarias.
El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas destacó como uno de los segmentos con mayor desaceleración. En diciembre de 2023, este grupo reportaba un incremento interanual del 249,5%, mientras que en el mismo mes de 2024 la variación fue del 109,5%. Este cambio refleja una tendencia hacia la estabilización de los precios de productos esenciales, en contraste con la inflación general.
Alimentos y bebidas: un freno en la escalada de precios
Dentro del rubro, los alimentos experimentaron una caída más pronunciada en el ritmo de aumento. El subgrupo de pan y cereales, por ejemplo, pasó de registrar un incremento del 249,3% en 2023 a un 111,2% en 2024. Las carnes, tradicionalmente uno de los productos más afectados por la inflación, también mostraron una desaceleración significativa: de un 273,8% en diciembre de 2023 a un 97,5% un año después.
Factores como una mayor estabilidad en la cadena de suministro, aumentos en la oferta y mejoras en la producción agrícola y ganadera parecen haber jugado un papel clave en estos resultados. Sin embargo, aunque el ritmo de incremento haya disminuido, los precios aún se mantienen en niveles elevados, impactando el poder adquisitivo de los consumidores.
Los productos frescos, como frutas, verduras y legumbres, también mostraron signos de estabilización. En este subgrupo, la inflación pasó del 250,7% en diciembre de 2023 a un 90,7% un año después. Este cambio estuvo influido, en parte, por factores estacionales y la superación de eventos climáticos adversos, como la sequía del 2023.
El contraste de los servicios: una inflación persistente
Mientras que los bienes esenciales, como los alimentos, lograron cierta estabilidad, los servicios continuaron siendo un punto crítico. Durante 2024, las tarifas de servicios superaron el 200% de incremento anual, destacándose como uno de los sectores con mayor presión inflacionaria.
Este comportamiento responde, en gran parte, a ajustes tarifarios en sectores clave como energía, transporte y telecomunicaciones, que impactan directamente en los costos de vida. Aunque el control de precios en bienes esenciales ha avanzado, el desbalance con los servicios resalta la necesidad de estrategias diferenciadas.
Perspectivas económicas para Neuquén
La desaceleración inflacionaria en Neuquén es un paso positivo hacia la estabilidad económica, pero los desafíos persisten. La dualidad entre la moderación de precios en alimentos y el aumento sostenido en servicios plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta tendencia.
Para los próximos años habrá que ver si se implementan políticas específicas para los sectores más vulnerables, equilibrando la protección del poder adquisitivo de los consumidores con el crecimiento sostenible de la región. Así se verá si Neuquén puede consolidar los avances logrados y enfrentar los retos inflacionarios pendientes.
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