La Legislatura de Neuquén está avanzando en la modificación de su legislación para abordar la violencia digital contra las mujeres, un problema que ha ganado relevancia a nivel mundial en los últimos años. La medida busca actualizar la ley provincial 2786, con el fin de incorporar la violencia digital como una de las formas de violencia de género que deben ser perseguidas judicialmente.

La violencia digital, definida como aquellas conductas que atentan contra la integridad, la dignidad y la libertad de las mujeres en el ámbito digital, se ha convertido en una de las amenazas más graves en la era de las tecnologías. Esta forma de violencia incluye acciones como el acoso online, la difusión de material íntimo sin consentimiento y otras formas de agresión que tienen el objetivo de dañar física, psicológica o moralmente a las víctimas.

En 2023, la ley Olimpia, sancionada en Argentina, comenzó a reconocer este tipo de violencia. Ahora, la provincia de Neuquén busca dar un paso más y adaptarse a este nuevo contexto mediante la reforma de la ley 2786, que regula las modalidades de violencia de género en la región. La diputada Mercedes Tulián, quien impulsa el proyecto, considera que es necesario otorgarles herramientas jurídicas a los jueces para que puedan aplicar medidas más efectivas en estos casos.

¿Qué propone la nueva ley?

El proyecto de ley contempla medidas preventivas y de protección para las mujeres víctimas de violencia digital. Entre ellas, se propone que los jueces puedan dictar órdenes de restricción para evitar que los agresores mantengan contacto con las víctimas a través de cualquier medio digital, incluyendo redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea. Además, se buscaría obligar a las empresas de plataformas digitales a eliminar contenidos dañinos y difamatorios, en caso de ser solicitados por las autoridades judiciales.

La iniciativa también reconoce la necesidad de proteger a las mujeres que sufren este tipo de violencia, no solo en el ámbito privado, sino también en el público. La violencia digital se ha convertido en una amenaza constante, ya que puede afectar tanto la vida personal como la profesional de las mujeres, generando consecuencias a largo plazo.

Contexto global y local

La violencia digital tiene un impacto global, pero también es un fenómeno profundamente arraigado en situaciones locales. La historia de Olimpia Coral, una joven mexicana que sufrió la difusión de videos íntimos sin su consentimiento, fue clave para la creación de leyes que protejan a las víctimas de este tipo de agresiones en América Latina. En Argentina, otro caso emblemático fue el de Belén San Román, quien se suicidó después de que su expareja difundiera fotos y videos íntimos de ella, lo que puso de manifiesto la urgencia de contar con una legislación que aborde específicamente esta problemática.

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