La Universidad Nacional del Comahue (UNCo) será protagonista este viernes de una jornada de protesta que se extenderá a todas sus sedes en Neuquén y Río Negro. Docentes y estudiantes confirmaron un paro de 24 horas en el marco de la medida nacional convocada tras el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada recientemente en el Congreso.
El conflicto coloca nuevamente a las universidades públicas en el centro de la agenda política y social. Con el lema “Si hay veto, hay paro y marcha”, gremios y federaciones estudiantiles apuntan a visibilizar la falta de recursos que —aseguran— afecta tanto al funcionamiento de las casas de estudio como a la situación salarial y de becas. En Buenos Aires, la protesta tendrá como epicentro una movilización hacia el Congreso, mientras que en el interior del país se replicarán diferentes acciones locales.
Un reclamo que no se detiene
La Asociación de Docentes de la Universidad del Comahue (Adunc) ratificó la adhesión plena al paro y señaló que la consigna es clara: exigir que se garantice el presupuesto educativo en todos sus niveles. “Seguimos peleando por el salario, el presupuesto y las becas”, remarcaron desde el gremio, anticipando una fuerte presencia de la comunidad universitaria en las calles.

El decreto presidencial 647/2025, publicado en el Boletín Oficial, fue el que oficializó el veto a la norma. El Gobierno argumentó que la ley aprobada por el Congreso carece de fuentes de financiamiento claras y que su aplicación demandaría más de un billón de pesos adicionales en el presupuesto 2025. Según el Ejecutivo, este gasto solo podría sostenerse con emisión monetaria, lo que —en su visión— agravaría la inflación.
La explicación no calmó los ánimos en el ámbito académico, donde se advierte que sin una ley de financiamiento se compromete el normal funcionamiento de las universidades públicas, especialmente en regiones alejadas de los grandes centros urbanos, como la Patagonia.
La pulseada en el Congreso
En paralelo, los bloques opositores buscan caminos para revertir la decisión presidencial. Aunque la ley logró 158 votos afirmativos en Diputados, no alcanzó los dos tercios que se necesitan para superar el veto de manera automática. La oposición analiza convocar a una sesión especial la próxima semana, con la intención de forzar un nuevo debate.
El escenario legislativo abre una incertidumbre que también se traslada a las universidades. Mientras tanto, la medida de fuerza de este viernes pretende ser un mensaje político y social: sin financiamiento estable, dicen los gremios, no hay posibilidad de sostener el derecho a la educación superior pública y gratuita.
Comahue, símbolo en la Patagonia
La Universidad del Comahue, con más de 30 mil estudiantes distribuidos entre Neuquén y Río Negro, se transformó en una de las voces más visibles del reclamo en el sur del país. Su adhesión al paro refleja el alcance federal del conflicto y la importancia de las universidades en la vida cotidiana de las comunidades patagónicas.
Cada sede prepara sus propias actividades de visibilización. Desde clases públicas hasta radios abiertas, la intención es acercar el debate a la sociedad y dejar en claro que la discusión por el financiamiento universitario no es solo una cuestión presupuestaria, sino también cultural y de futuro.
El paro de este viernes se suma así a una larga lista de medidas que, en los últimos años, buscaron frenar los recortes y asegurar los fondos para la educación pública. La diferencia, esta vez, es que el choque directo entre el Congreso y la Casa Rosada promete extender la discusión más allá del ámbito académico y trasladarla de lleno al tablero político nacional.
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