El lunes arrancó con el pie izquierdo para los mercados del mundo. Bolsas de Asia y Europa amanecieron en caída libre y Wall Street se prepara para otra jornada en rojo. El detonante: los aranceles recíprocos de Donald Trump, que entraron en vigencia este fin de semana y ya están haciendo estragos.
En el mercado asiático, los números son demoledores. El Hang Seng de Hong Kong se desplomó un 13,2%, el Nikkei de Tokio cayó 7,8%, Shanghái retrocedió 7,3% y el Kospi de Corea del Sur perdió 5,6%. En Europa, el DAX alemán bajó un 5%, el CAC francés un 5,2% y la bolsa de Londres cedió 4,2%. En simultáneo, el índice paneuropeo Stoxx 50 se desplomó 5%, en una señal clara del impacto global de la guerra comercial.
Pero la tormenta no terminó ahí. En el premarket de Wall Street, el Dow Jones caía 1.405 puntos (-3,7%), el S&P 500 bajaba 4,3% y el Nasdaq 100, más expuesto al sector tech, se derrumbaba 5,4%. Si los números se confirman al cierre, el S&P 500 acumularía tres jornadas consecutivas de caídas superiores al 4%, algo que no se veía desde la Gran Depresión.
El Nasdaq, por su parte, ya perdió 22% desde su pico en diciembre de 2024.
Trump, aranceles y caos
Todo esto tiene nombre y apellido: Donald Trump, que el sábado puso en marcha un arancel universal del 10% a las importaciones. Pero eso es solo el comienzo: este miércoles suben los aranceles al 20% para productos europeos y al 34% para bienes chinos. Trump lo llama “medicina”. El resto del planeta lo está digiriendo como una bomba.
"A veces tenés que tomar la medicina para arreglar algo", lanzó Trump desde el Air Force One. El mensaje no vino solo: más de 50 países ya se comunicaron con la Casa Blanca para pedir negociaciones y frenar la escalada.
Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, negó en TV que la jugada sea un intento para presionar a la Reserva Federal. Pero un posteo de Trump en Truth Social, donde comparte un video que sugiere que los aranceles buscan hacer caer el mercado para forzar una baja de tasas, no ayudó demasiado.
Por ahora, el caos financiero avanza. El mundo prende velas. Y Trump, fiel a su estilo, dice que todo va “según lo planeado”. En Argentina, Milei sigue aferrado a un plan que no da cuenta del frente de tormenta que hay que atravesar.
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