Javier Milei ya no oculta su estrategia económica a futuro: todo está puesto en la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. En una entrevista con The Wall Street Journal, el presidente argentino dejó en claro que sus fichas están en el exmandatario estadounidense, a quien ve como la llave maestra para abrir todas las puertas que necesita su gestión.

El libre comercio, un nuevo acuerdo con el FMI y la "liberación total" de la economía argentina dependen, según Milei, de la afinidad que logre con Trump. “Creo que (un acuerdo de libre comercio) es muy probable porque Estados Unidos descubrió que somos un socio digno de confianza”, declaró Milei, con un optimismo que muchos analistas económicos miran de reojo.

El FMI, el cepo y el 2025 como meta

Si hay algo que Milei tiene claro es que para obtener un nuevo préstamo del FMI, primero tiene que levantar el control de cambios. El presidente fijó una fecha: 2025. Ese año, prometió, “nuestra idea es eliminar el cepo”. Pero no lo hará de cualquier forma. La condición es que “no habrá más déficit en la Argentina”.

El cálculo de Milei es que la confianza de los mercados internacionales será tal que Argentina podrá volver a financiarse en 2026, pero esta vez, no a través de los organismos de crédito internacional, sino directamente con los inversores privados. “Estamos haciendo todo lo posible para volver a los mercados en 2026”, aseguró.

¿Libre comercio con todos, incluso con China?

Aunque durante la campaña prometió priorizar los lazos con Estados Unidos y hasta calificó a China de “dictadura comunista”, ahora Milei matizó su discurso. “Todos los acuerdos de libre comercio que podamos hacer, los vamos a hacer. Otros pueden hacer lo que quieran, yo voy a seguir buscando el libre comercio”, afirmó al ser consultado por el diario estadounidense.

Esta nueva postura parece responder a la necesidad de ampliar el mapa de socios comerciales, ya que Argentina sigue necesitando divisas frescas.

El “logro” de la terapia de shock y el Estado enemigo

Milei defendió su plan de ajuste y aseguró que las medidas de shock económico ya están dando frutos. The Wall Street Journal se hizo eco de los números que el Gobierno hizo circular: “superávit fiscal poco habitual”, “el país salió del borde de la hiperinflación” y “ventas al por menor y salarios en recuperación”. También hablaron de la “recuperación del mercado inmobiliario” y la caída del riesgo país.

Pero, como ya es su costumbre, el presidente no se guardó su postura sobre el rol del Estado. “El Estado es el enemigo, sigo siendo un anarcocapitalista y creo que el Estado es una organización criminal que se financia a través de una fuente coercitiva llamada impuestos, que nadie paga voluntariamente”, disparó.

No hay moderación a la vista

Ante la consulta de si está dispuesto a moderar el ritmo de la “terapia de shock”, especialmente por su impacto en los sectores más vulnerables, Milei fue contundente: “No tengan ninguna duda, no voy a parar”. Y los números de ajuste parecen darle la razón. Se estima que ya se cerraron varios ministerios y se produjeron al menos 33 mil despidos en el sector público.

Lejos de aflojar, la “terapia de shock” de Milei sigue a paso firme. Con Trump como su "caballo de Troya" internacional, el presidente argentino deja en claro que su proyecto no tiene un plan B. La “afinidad” entre ambos países se convertirá en su principal carta para sostener la economía argentina. Si no, la incertidumbre será la única certeza.

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