El Gobierno de Neuquén presentó esta semana un nuevo instrumento financiero: el Fondo Neuquino de Vivienda (FNV), aprobado por la Legislatura provincial con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda para aquellos sectores de la población más necesitados. Esta iniciativa se basa en una estrategia doble que incluye la recuperación de miles de créditos impagos y la construcción de nuevas viviendas en la provincia, un paso importante ante la creciente crisis habitacional que afecta a la región.
La deuda histórica y la recuperación de créditos
Una de las claves del FNV es su financiamiento, que provendrá principalmente de los aportes estatales y de la recuperación de créditos otorgados por el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU). Según el legislador Matías Martínez (Comunidad), el 80% de las 60 mil viviendas entregadas por el Estado todavía están pendientes de pago, lo que equivale a un total aproximado de 47 mil créditos impagos.
Este contexto de deuda histórica es uno de los motores detrás del nuevo fondo, que tiene como objetivo no solo recuperar esos recursos, sino también destinar parte de los fondos a financiar nuevas construcciones y obras de infraestructura. Sin embargo, el desafío de recuperar estos montos será una de las tareas más complejas, ya que involucra a miles de familias que aún no han saldado sus deudas con el Estado.
Un fondo con múltiples fuentes de financiamiento
El FNV también podrá acceder a recursos provenientes de organismos nacionales e internacionales, así como de convenios con el sector privado. Esta estrategia diversificada busca asegurar la viabilidad del fondo a largo plazo, dado que las necesidades de infraestructura y de viviendas son vastas y se proyecta que el déficit habitacional seguirá aumentando.
Obras de infraestructura y créditos accesibles
El fondo no se limitará a la construcción de viviendas, sino que también incluirá la refacción y mejora de casas existentes, así como obras esenciales de infraestructura barrial. Entre las principales obras que se planean ejecutar figuran la instalación de servicios básicos como agua potable, gas, cloacas y electricidad, vitales para mejorar la calidad de vida de las familias que actualmente habitan en zonas sin estos servicios.
Además, se ofrecerán créditos hipotecarios accesibles, con una especial prioridad para sectores vulnerables y familias sin ingresos formales. Esta medida busca aliviar la carga económica de quienes más lo necesitan y facilitarles la posibilidad de acceder a un hogar propio o mejorar las condiciones de su vivienda actual.
Un plan integral con monitoreo y control
La Administración de Unidades Sociales (ADUS) será el organismo encargado de gestionar el FNV, asegurando que las obras se lleven a cabo de acuerdo con lo estipulado y que los recursos se utilicen de manera transparente y eficiente. Además, se implementarán herramientas de planificación y monitoreo que permitirán un seguimiento detallado de las obras, con el fin de garantizar que los fondos lleguen a quienes más los necesitan, especialmente en un contexto donde la crisis habitacional se profundiza cada vez más.
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