Prevenir inundaciones antes de que sucedan. Esa es la meta de la obra pluvial que la municipalidad de Neuquén comenzó a ejecutar sobre la calle Brown, entre Matheu y República de Italia. Se trata de un sistema subterráneo que permitirá captar aguas subterráneas y drenar las lluvias que históricamente complicaron a este sector del barrio Centro Oeste. La inversión, cercana a los $900 millones, apunta a resolver definitivamente un problema silencioso pero cotidiano para vecinos y edificios de la zona.
Aunque invisible para el vecino, esta obra es considerada esencial por las autoridades municipales. Según adelantaron, el trabajo se extenderá por unos seis meses y contempla una segunda etapa que llevará la intervención hacia la calle Irigoyen hasta llegar a la Diagonal 9 de Julio, donde se colocarán sumideros y sistemas para captar el agua superficial.
“Son obras que no lucen porque van por debajo del pavimento, pero son fundamentales para proteger la infraestructura urbana y las viviendas”, explicó el intendente Mariano Gaido, quien recorrió la zona de trabajo y destacó que estos desagües se sumarán a la red pluvial que atraviesa la ciudad de norte a sur y de este a oeste. Según informó el propio municipio, ya se ejecutaron más de 200 kilómetros de desagües en distintos sectores.
La intervención forma parte del denominado Plan Orgullo Neuquino, una estrategia de obras públicas que, según el gobierno local, es posible gracias al superávit municipal y a la administración eficiente de los fondos. En el contexto del invierno y las lluvias, esta infraestructura apunta a evitar acumulación de agua en la superficie, filtraciones y daños edilicios, sobre todo en áreas con edificaciones densas como el barrio Centro Oeste.
El agua, un problema histórico en la zona
Vecinos de la calle Brown y alrededores señalaron que desde hace años conviven con problemas vinculados al agua: desde humedad en las viviendas hasta anegamientos tras lluvias intensas. Esta obra llega, según comentan, como respuesta a un reclamo postergado.
En tanto, desde el municipio indicaron que una vez finalizado el trabajo subterráneo, se procederá a la repavimentación de la zona con hormigón, dejando el sector completamente renovado tanto por debajo como por arriba del asfalto.
“El objetivo es resolver definitivamente una situación que lleva años. No solo se trabaja en el centro, sino también en el este y el oeste profundo”, agregó Gaido.
Mientras las máquinas avanzan, la expectativa crece entre los vecinos: por ahora, se conforman con ver el movimiento de obreros y caños. La solución, aunque invisible, promete cambiar el día a día de esta parte de la ciudad.
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