En las próximas semanas, Neuquén activará formalmente su propio régimen de promoción de inversiones, una herramienta que busca diversificar la matriz económica de la provincia más allá del petróleo y el gas de Vaca Muerta. Se trata del programa “Invierta en Neuquén”, sancionado por la Legislatura en abril, que será reglamentado este mes según confirmaron desde el ministerio de Economía provincial.

El plan, que ya es apodado en ámbitos técnicos como el “RIGI neuquino” —en referencia al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones que impulsa Nación—, ofrecerá un paquete de beneficios fiscales, crediticios y de infraestructura a empresas que apuesten por sectores estratégicos como la industria, el turismo, la salud, la minería, la agroindustria o la ciencia y tecnología.

Un régimen pensado para diversificar la economía

El objetivo del Ejecutivo es claro: seducir inversiones que no dependan de los hidrocarburos, un desafío que Neuquén se planteó con fuerza en el inicio de la gestión de Rolando Figueroa. Por eso, el “Invierta en Neuquén” incluye incentivos potentes. Las empresas que se inscriban podrán acceder, por ejemplo, a exenciones impositivas por hasta 10 años en Ingresos Brutos, Inmobiliario y Sellos; tarifas promocionales en servicios públicos; financiamiento con condiciones preferenciales y subsidios para exportación y certificaciones.

También se contempla el acceso a tierras públicas a valores promocionales, una herramienta clave para proyectos que requieran escala o infraestructura propia. Además, se establecerá una Ventanilla Única Digital para agilizar los trámites, y un Comité Provincial de Inversión (CPIN) que será el encargado de evaluar cada proyecto y asignar los beneficios en función de su impacto económico y social.

Plazos, condiciones y mano de obra local

Una vez reglamentado, el régimen tendrá un plazo de dos años para que las empresas puedan adherir, con la posibilidad de una prórroga adicional de un año. Para aplicar, los proyectos deberán estar radicados en el país y cumplir ciertos requisitos: instalar una nueva planta, ampliar una existente, incorporar tecnología o trasladarse a un parque industrial. Además, las empresas deberán contratar al menos un 70% de trabajadores locales y no tener deudas fiscales ni previsionales.

Según Economía, ya hay un borrador del decreto reglamentario en revisión, que definirá los criterios de evaluación y los alcances de los beneficios según el tipo y tamaño del proyecto. En paralelo, Figueroa viene de una gira por Estados Unidos donde presentó este programa como parte del menú de oportunidades que ofrece Neuquén a potenciales inversores.

Aunque la ley no establece un mínimo de inversión para acceder al régimen, se espera que los beneficios más significativos se orienten a proyectos de mediana y gran escala que tengan impacto en empleo, innovación y desarrollo territorial.

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