El Ministerio de Economía de Neuquén, encabezado por Guillermo Koenig, trabaja en el Presupuesto 2026, que el gobernador Rolando Figueroa enviará a la Legislatura a fines de octubre. Será un plan austero, con prioridad en mantener la obra pública y el equilibrio fiscal. “Va a ser un año de pelea, no muy distinto a este”, admitió Koenig, quien reconoció que la provincia transita 2025 “moneda a moneda”.

El documento toma como referencia las proyecciones macroeconómicas de Nación —que estiman una inflación del 10,1% y un dólar a 1.400 pesos—, aunque en Neuquén incorporan un cálculo propio: un crecimiento del 24% en la producción hidrocarburífera y un barril de petróleo entre 60 y 65 dólares. Con esos parámetros, el objetivo es sostener la inversión pública sin generar nuevos desequilibrios.

Dependencia petrolera y búsqueda de equilibrio

Más del 70% de los ingresos corrientes de la provincia dependen directamente del sector energético. Cada variación en el tipo de cambio o en el precio del crudo repercute de inmediato en las cuentas fiscales. Por eso, el equipo económico busca un presupuesto prudente, que mantenga la inversión en infraestructura —cerca del 20% del total— sin comprometer el orden financiero.

“Queremos mantener el ritmo de obras, y para eso recurriremos al financiamiento internacional”, explicó Koenig. Los créditos en gestión ante el Banco Mundial, el BID y la CAF suman cerca de 500 millones de dólares, aunque todavía no se definió qué porcentaje se incluirá en el ejercicio 2026.

La secretaria de Hacienda, Carola Pogliano, detalló que el servicio de deuda para el próximo año rondará los 400 millones de dólares. “Los tres años más exigentes en vencimientos son 2024, 2025 y 2026. Luego habrá un alivio. Por eso priorizamos deuda con organismos que ofrecen períodos de gracia de hasta siete años”, señaló. El objetivo, agregó, es alinear el nuevo endeudamiento con los ingresos futuros que aportará el aumento de la producción energética.

Fondo anticíclico y situación del ISSN

El fondo anticíclico, creado en 2022, continuará destinado exclusivamente al pago de deuda pública. Durante el primer semestre, se utilizaron más de 124.000 millones de pesos de regalías que no fueron a ahorro sino a cancelación de vencimientos. Koenig fue claro: “Ahorrar y endeudarse al mismo tiempo es ilógico. El fondo anticíclico tiene sentido en una economía superavitaria”.

En tanto, el Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN) se mantiene equilibrado, según indicó Pogliano, sin necesidad de asistencia extraordinaria. No obstante, sigue pendiente la deuda que Nación mantiene con la provincia por la armonización previsional. La auditoría nacional continúa en curso, y desde Neuquén estiman el monto en 200 millones de dólares. “Si lo recibiéramos, el ISSN tendría otro nivel de oxígeno”, afirmó Koenig.

El desafío de sostener la inversión sin desequilibrar

El Presupuesto 2026 será presentado tras las elecciones nacionales y marcará el rumbo económico del segundo tramo de la gestión Figueroa. Entre la prudencia fiscal y la necesidad de no frenar la obra pública, la administración provincial se propone mantener la confianza, atraer financiamiento externo y proteger su principal motor: la energía.

Neuquén se prepara para un año de “resistencia económica”, donde la austeridad no significa quietud, sino una estrategia de contención y adaptación en un contexto nacional todavía incierto.

Javier Rodríguez recorrió Dolores y San Vicente y destacó el trabajo conjunto con los productores bonaerenses

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