Un día después de que la Corte Suprema confirmara la condena a Cristina Fernández de Kirchner por administración fraudulenta, distintas ciudades del país se convirtieron en escenario de manifestaciones. La reacción del peronismo no se hizo esperar y, bajo la consigna de “defender la democracia”, dirigentes, militantes y sectores sindicales comenzaron a movilizarse para expresar su rechazo a lo que consideran una decisión política disfrazada de fallo judicial.
En ese contexto, Neuquén también se sumará a la ola de movilizaciones con una concentración convocada para este jueves 12 de junio a las 17:30 en el Monumento a San Martín, en el centro de la ciudad. La actividad es organizada por el Partido Justicialista provincial junto a más de veinte agrupaciones sindicales, sociales y políticas, entre las que se destacan Aten, la CTA, SADOP, Libres del Sur, el Frente Patria Grande, y varias organizaciones de trabajadores estatales y del sector salud.
Una respuesta con anclaje local
Aunque las imágenes más resonantes llegan desde Buenos Aires, donde simpatizantes se agrupan frente al domicilio de la ex presidenta en el barrio Constitución, la convocatoria en Neuquén tiene un carácter particular. No sólo se trata de una manifestación de respaldo político, sino también de una toma de posición frente al rumbo institucional del país, según indicaron varios de los convocantes.
La movilización buscará articular un mensaje colectivo de repudio ante lo que muchos ven como una estrategia judicial para condicionar la participación política de figuras opositoras.
Más allá de la coyuntura judicial
La marcha neuquina no será un hecho aislado. En paralelo, se realizarán acciones similares en Córdoba, Tucumán, La Plata y otras ciudades del país. En algunos casos, la protesta es organizada por gremios como la CGT y ATE, que si bien no definieron paros generales, dieron libertad de acción para acompañar las convocatorias. La Confederación General del Trabajo, en un comunicado reciente, advirtió que “cualquier fallo que ponga en cuestión las reglas democráticas no hace más que alterar el normal funcionamiento institucional de la Nación”.
Si bien no está confirmado que la convocatoria en Neuquén incluya un documento final, varios dirigentes adelantaron que el tono será “firme pero pacífico”, con banderas, pancartas y consignas centradas en la defensa del estado de derecho. También se espera la participación de referentes estudiantiles y agrupaciones feministas.
Un escenario con final abierto
El fallo judicial contra la ex vicepresidenta, que incluye seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, no parece cerrar el capítulo político. Por el contrario, abrió un nuevo frente de confrontación entre sectores del oficialismo y el Poder Judicial. En ese marco, movilizaciones como la de Neuquén buscan marcar un límite simbólico y político a lo que muchos entienden como una avanzada sobre la representación democrática.
La incógnita ahora es cuánto peso tendrán estas expresiones en el escenario nacional y si lograrán canalizar una reacción política más amplia o quedarán como gestos aislados frente a una coyuntura cada vez más polarizada.
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