Miles de personas en Neuquén y Río Negro enfrentarán un martes complicado debido a un paro total de colectivos convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que afectará tanto a líneas urbanas como interurbanas. La medida, que comenzó a las 00:00 del 6 de mayo, responde a un estancamiento en las negociaciones salariales entre el sindicato y las empresas del sector, con el Gobierno nacional como mediador ausente.
La seccional de UTA en Neuquén confirmó que los choferes no prestarán servicios ni se presentarán en las bases, lo que implica que no habrá circulación de colectivos en toda la jornada. El servicio urbano COLE, que opera en la capital neuquina, también quedó completamente paralizado.
Reclamos sin respuesta: el origen del conflicto
El paro nacional de la UTA surge en un contexto de descontento generalizado entre los trabajadores del transporte del interior del país. Desde el gremio aseguran que las condiciones laborales y salariales han empeorado frente a la inflación, y que los acuerdos alcanzados en otras regiones no se reflejan en sus ingresos.
“El reclamo es claro: igual trabajo, igual salario. No puede ser que los choferes del interior ganen menos que sus colegas del AMBA”, señalaron voceros sindicales a medios nacionales.
Pese a varias instancias de negociación, no se logró un acuerdo satisfactorio. Las demandas de la UTA apuntan a mejoras salariales urgentes, además de condiciones laborales más justas. La falta de avances en la mesa de diálogo precipitó la convocatoria al paro.
Cruce entre el municipio y la empresa COLE
En paralelo al conflicto sindical, el Municipio de Neuquén lanzó críticas hacia la empresa COLE, encargada del servicio de transporte urbano. La jefa de Gabinete, María Pasqualini, advirtió públicamente que la empresa debe garantizar el servicio a pesar de la medida gremial.
“El contrato establece que, en caso de no prestar el servicio, la empresa puede ser sancionada económicamente. Y el municipio está al día con sus pagos”, afirmó Pasqualini. También dejó en claro que, si bien el paro es de alcance nacional y excede la competencia municipal, las obligaciones contractuales siguen vigentes.
La postura del Ejecutivo local ha generado incomodidad en la concesionaria, que se encuentra en una encrucijada entre cumplir con sus empleados afiliados al gremio y evitar penalizaciones por parte del Estado municipal.
Mientras tanto, los usuarios del transporte público en Neuquén y Río Negro se ven forzados a buscar alternativas para movilizarse, en una jornada que promete ser caótica. El conflicto sigue sin una resolución a la vista, y la presión recae sobre todos los actores: gremios, empresas, gobiernos y, sobre todo, la ciudadanía.
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