Oasis: las mejores fotos del paso de los hermanos Gallagher por Argentina

El regreso de Oasis a Buenos Aires no fue solo un evento musical: fue una celebración colectiva muy esperada. Después de 16 años sin pisar la ciudad, los hermanos Gallagher volvieron a reunir a 85 mil almas en el estadio Monumental para un show donde la nostalgia, la emoción y los himnos generacionales se fusionaron en un clima que se vivió, literalmente, como una final del mundo. Desde horas antes, Núñez se llenó de remeras, banderas y los infaltables gorros “bucket” al estilo Liam, el anticipo de lo que sería una noche histórica.

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La cuenta regresiva terminó a las 20.30, con pronóstico de tormenta y puntualidad británica. El riff de “Hello” marcó el inicio del primero de los dos shows del tour Live ’25 en Buenos Aires. Lo que siguió fue la confirmación de que el repertorio de Oasis trascendió generaciones: convivieron adultos que los siguen desde los ‘90 con adolescentes que los descubrieron por TikTok.

Antes del plato fuerte, Richard Ashcroft fue el encargado de abrir la velada con un guiño al britpop. El exlíder de The Verve repasó su carrera solista y, con la camiseta argentina puesta, hizo vibrar al público con una versión emotiva de “Bitter Sweet Symphony”, dedicada a Diego Maradona y al país. Luego, el estadio quedó a oscuras para un video que repasaba la historia de Oasis y cerraba con una advertencia contundente: “Esto no es un simulacro”. Segundos después, Liam y Noel aparecieron tomados de la mano, como dos boxeadores entrando al ring.

El arranque fue una declaración de principios: “Hello”, “Acquiesce” y “(What’s The Story) Morning Glory?” marcaron la pauta de un show pensado para celebrar un catálogo como el de Oasis. Durante casi dos horas, la banda tiró  clásicos sin descanso: “Some Might Say”, “Cigarettes & Alcohol”, “Fade Away”, “Supersonic”, “Roll With It”, “Stand By Me”, “Whatever”, “Cast No Shadow”, “Slide Away”, “Rock ’n’ Roll Star” y un cierre consagratorio con “Wonderwall” y “Champagne Supernova”. Noel tuvo también sus momentos de protagonismo con “Talk Tonight”, “Half The World Away” y una monumental “Little By Little”, ovacionada.

Liam, fiel a su estilo, mantuvo el romance eterno con el público argentino a fuerza de chicanas y elogios. Uno de los momentos más recordados llegó cuando comentó la prohibición de venta de alcohol en el estadio: “Son los número uno, incluso sin el alcohol”, lanzó, provocando risas, ovaciones y una catarata de cantitos. Mientras tanto, la puesta en escena jugó entre la sobriedad y lo simbólico, con visuales que mezclaron collage, texturas de TV antigua y referencias futboleras. Entre ellas, la inesperada aparición gigante de Pep Guardiola en pantalla, un guiño al Manchester City, el club del corazón de los Gallagher.

El instante más emotivo de la noche llegó con “Live Forever”. Las pantallas se volvieron blanco y negro y el rostro de Diego Maradona ocupó todo el fondo del escenario y generó uno de los silencios reverenciales más intensos del show. El homenaje dialogó con la estética de la gira y con una historia de cariño mutuo entre Oasis y la Argentina, que incluye la famosa foto con el Diez en 1998 y las constantes referencias de los Gallagher al país.