La ciudad de Neuquén activó un movimiento estratégico que podría marcar un antes y un después en la regularización de asentamientos históricos. Tras meses de negociaciones, el municipio acordó con el gobierno provincial un esquema de intercambios que le permitirá ingresar con obras a barrios donde residen más de 2.500 familias sin servicios básicos. A cambio, la provincia se compromete a finalizar infraestructura pendiente en otros sectores, obras que habían quedado a mitad de camino tras la caída de convenios nacionales.
El entendimiento, presentado ante el Concejo Deliberante por el presidente del Instituto Municipal de Urbanismo y Hábitat (IMUH), Marco Zapata, no sólo habilita trabajos en 2 y 7 de Mayo, Peumayén y Jerusalén, sino que también incorpora el desarrollo de 600 lotes con servicios en tierras provinciales. Para una ciudad con fuerte crecimiento y una demanda habitacional que no cede, el acuerdo aparece como una herramienta concreta para ordenar el territorio, cerrar brechas sanitarias y destrabar proyectos estancados.
Hasta ahora, el municipio tenía las manos atadas para ejecutar obras en asentamientos levantados sobre tierras provinciales. Esa limitación derivó en una década de conexiones precarias, redes informales y urbanizaciones improvisadas que fueron creciendo a medida que se expandía la ciudad. Con este nuevo convenio, el IMUH podrá avanzar con recursos propios en 2 y 7 de Mayo, dos sectores que concentran más de 2.500 familias conviviendo con servicios deficientes desde hace más de diez años.
Zapata explicó ante los concejales que la meta es replicar el modelo que el municipio aplicó en tierras municipales, donde ya logró intervenir en 20 de las 24 tomas existentes. Para 2026, el objetivo es completar los servicios básicos en Boerr y Paimún, La Estrella, Miradores y Limay, avanzando hacia una regularización urbana más homogénea y planificada.
Peumayén, otro de los barrios alcanzados por la nueva autorización, tendrá su obra de cloacas a partir de contratos ya firmados. Allí viven cerca de 500 familias que desde hace años esperan la llegada de redes formales. Jerusalén, por su parte, ingresará en la planificación de redes y nexos a partir de la habilitación provincial.
El convenio no se limita a permitir la llegada de servicios municipales a sectores provinciales: implica un intercambio de compromisos entre ambas jurisdicciones. Mientras Neuquén capital invertirá en redes de agua, cloacas y energía en los asentamientos mencionados, la provincia se hará cargo de finalizar las obras que habían quedado inconclusas en Pacífica, Morro y Juvenil.
Esos trabajos, que en su momento dependían de convenios nacionales luego interrumpidos, serán retomados con financiamiento internacional gestionado por el gobierno provincial. De esta forma, las obras paralizadas –que afectan a cientos de familias que esperan conexiones formales– vuelven a tener horizonte de ejecución.
El acuerdo incorpora además un desarrollo clave para la planificación habitacional: 600 lotes con servicios en tierras provinciales ubicadas entre el Distrito 3 y la bajada de Maida, en el sector conocido como Cuenca XVI. Allí, el municipio ejecutará cloacas, redes de agua, nexos de gas y alumbrado público, mientras que los beneficiarios serán seleccionados entre los inscriptos en el Registro Provincial de Vivienda y Urbanismo (RUPROVI).
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