La noche previa a las elecciones legislativas fue una de las más difíciles en la vida del diputado nacional y senador electo Pablo Cervi. Junto a su familia, fue víctima de un violento asalto en su vivienda de Neuquén. Tres hombres encapuchados, armados y vestidos como policías irrumpieron en la casa y redujeron al legislador y a su esposa, en un episodio que dejó fuertes secuelas físicas y emocionales.
El hecho ocurrió cerca de las 22:30 del sábado, en una propiedad que, según datos difundidos por el gobernador Rolando Figueroa, no era utilizada por la familia desde hacía más de una década. Los agresores se presentaron como integrantes de la División de Delitos Económicos, golpearon la puerta con una barra metálica y entraron por la fuerza.
“Me precintaron las manos y sentí que gatillaron”
En diálogo con un reconocido medio local, Cervi relató con crudeza el momento del ataque. “Voltearon la puerta con un caño de dos pulgadas con manija, decían que era un allanamiento. Me acerqué cuando sentí el golpe, grité y me encontré con dos de ellos. Forcejeé, vi que tenían un arma, me pegaron en el ojo, me tiraron al piso y me precintaron las manos y los pies”, contó.
Su esposa también fue reducida y despojada de un anillo tras un forcejeo. Los ladrones se llevaron alianzas, relojes y dinero en efectivo, aunque dejaron los teléfonos celulares. “Se manejaban con tranquilidad, como si supieran lo que hacían. Al mío lo patearon abajo del sillón para que no lo usara”, detalló el legislador, quien aseguró haber sentido que uno de los atacantes gatilló el arma mientras lo amenazaba.
Minutos después del robo, Cervi intentó comunicarse con el 101, pero no obtuvo respuesta. A las 23:15 publicó un mensaje en su cuenta de X (ex Twitter) que rápidamente se viralizó: “Neuquén, zona liberada. El 101 no funciona.” Según explicó, recién logró contacto con las autoridades al llamar directamente al Ministerio de Seguridad.
La investigación y las sospechas
El caso quedó a cargo de la fiscal de Robos y Hurtos Mariana Córdoba, con intervención del fiscal Mauricio Zabala, la Policía Federal, la fuerza provincial y la ministra Patricia Bullrich. Cervi también se comunicó con el fiscal general José Gerez y el comisario mayor Néstor Castillo.
El senador electo pidió que el hecho sea caratulado como intento de homicidio, ante la violencia empleada. “Lo mejor que puede pasar es que detengan a quienes fueron y que se despejen las suspicacias. Es preocupante el contexto en el que ocurrió, justo antes de una elección”, señaló.
Mientras tanto, el gobernador Rolando Figueroa descartó que el ataque tuviera motivaciones políticas, algo que Cervi consideró prematuro: “Si dijo que no fue un ataque para mí, será porque tienen información firme. Si hicieron esas afirmaciones, es porque hay pistas concretas”.
Entre el miedo y la cautela
Desde el ataque, la familia Cervi vive bajo consigna policial y debió modificar rutinas y extremar medidas de seguridad. “Lo importante es que la investigación avance con rapidez y sin dejar cabos sueltos. Necesitamos saber si realmente fue un robo o algo más”, concluyó el legislador.


















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